En un auto con impenetrables vidrios polarizados Cristian Antonello se retiró de la Fiscalía de Vicente López tras haber prestado declaración durante horas. Antes había declarado su ex esposa Ana Clara Álvarez, quien anoche sufrió el estallido de un artefecto explosivo detonado en la puerta de su casa, en la localidad de Pacheco. Era el segundo destinado a su ex pareja en menos de 24 horas.
El miércoles por la tarde, un sobre con un libro-bomba destinado a Antonello había llegado al edificio de la empresa alimenticia Nestlé y, por obra de la casualidad, fue abierto por su superior inmediato, el gerente de Sistemas Cosme Venezialle, quien sufrió graves quemaduras y casi pierde un dedo.
Aunque en la fiscalía a cargo de John Broyard mantienen un estricto silencio sobre la investigación, trascendió que los investigadores de la DDI de San Isidro habrían identificado a un posible sospechoso.
En ese orden, se supo que tanto Antonello como su ex pareja relataron que vienen recibiendo amenazas desde hace varios meses de parte de un antiguo compañero de trabajo del subgerente de Sistemas de la multinacional.
Según fuentes de la investigación, el sospechoso habría trabajado con Antonello en el 2006 pero luego fue desvinculado de su cargo, momento en que comenzaron las advertencias a la familia. Versiones indican que podría realizarse un allanamiento en el domicilio del sospechoso en las próximas horas.
La segunda explosión. Ayer, alrededor de la medianoche, un segundo dispositivo explotó frente a la vivienda de Ana Clara Álvarez, ex esposa de Antonello, ubicada en la calle Bogotá 1393 en el barrio de Pacheco, en el partido bonaerense de Tigre.
Aunque no queda claro si el directivo de Nestlé sigue habitando la casa, lo que sí se sabe es que en ella dormían los dos hijos pequeños de la pareja, que no resultaron heridos.
La bomba provocó destrozos y vidrios rotos, pero no dejó ningún herido. Según los investigadores, se trata de un explosivo pequeño, de poco poder.
Mientras que tras la primera explosión, que llegó en forma de carta-bomba a la sede de Nestlé en Vicente López, se pensó en un atentado dirigido a la empresa, esta hipótesis fue descartada tras la segunda detonación y fue entonces que se empezó a pensar en un móvil personal.
La primera explosión, ocurrida ayer por la mañana, produjo graves heridas y quemaduras a otro directivo de la empresa, quien –por casualidad- abrió el libro que contenía la bomba. Se trata de Cosme Venezialle, de 48 años, quien se encuentra internado en estado estable en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires.