Los choferes de los colectivos que chocaron el lunes de la semana pasada en el barrio de Congreso, y provocaron la muerte de una transeúnte, continuarán detenidos porque ambos contaban con antecedentes penales y uno de ellos ya había tenido una inhabilitación para conducir.
Se trata de los colectiveros Juan Salvador Pereyra y Lucas Alberto Piriz, quienes eran choferes de las líneas 60 y 105 y continuarán presos, acusados por los delitos de "homicidio simple, lesiones graves y daños".
Fuentes judiciales dijeron a la agencia Télam que la jueza de instrucción porteña Mónica Berdión de Crudo rechazó los pedidos de excarcelación que habían presentado sus abogados defensores porque ambos cuentan con antecedentes penales.
En la decisión, la magistrada dejó constancia de que Pereyra, conductor de la unidad de la línea 60, hace cinco años "fue condenado a la pena de ocho meses de prisión de ejecución condicional y dos años de inhabilitación especial para conducir vehículos automotores" por lesiones culposas.
En el caso de Piriz, Berdión constató que en 2002 "fue condenado "a la pena de un año y diez meses de prisión de cumplimiento en suspenso" por tentativa de robo de un auto "dejado en la vía pública".
La jueza consideró que en virtud de los antecedentes penales de los dos imputados, una eventual condena por el episodio del lunes último, sería de cumplimiento efectivo, por lo que les negó la libertad para evitar que eludieran la acción de la Justicia.
La magistrada concluyó su decisión subrayando "las especiales características del hecho, en el cual perdió la vida una persona y resultaron lesionadas otras, con lo que se advierte un enorme desprecio de la vida humana" por parte de ambos conductores.
Como consecuencia, y de acuerdo con el pedido de la fiscalía, resolvió no hacer lugar a la excarcelación reclamada por Piriz y Pereyra "bajo ningún tipo de caución".