Tras el incendio, hay otro detenido por crimen del ciber
Es un joven que fue reconocido por el dueño del local adonde fue asesinado
Franco Campeggi. Lo arrestaron luego de que
un centenar de vecinos de Moreno quemaran la casa del otro detenido, apodado
Cebollita.
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Cedoc
Un joven quedó esta tarde detenido por el crimen de Franco Campeggi, el menor asesinado de un balazo en un cibecafé del partido bonaerense de Moreno, luego de que fuera reconocido en la Fiscalía por el dueño del local y otro comerciante, cuando iba a ser interrogado como testigo.
Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que este nuevo sospechoso tiene 22 años, antecedentes penales y un sorprendente parecido físico con "Cebollita", el adolescente de 16 años ya detenido por el caso, y a quien hoy un grupo de vecinos le incendió la casa en venganza.
No queda claro hasta el momento si el nuevo detenido es la persona que buscaba la policía desde el domingo pasado, y que permanecía prófugo, quien según testigos había sido el autor material del homicidio.
En tanto, la jueza de menores de Moreno, Mirta Guarino, dictó la prisión preventiva de "Cebollita", hasta ese momento el único detenido, y ordenará su traslado a un instituto de seguridad de la ciudad de La Plata.
"Cebollita", quien se encuentra alojado en un instituto de contención de la localidad de Pablo Nogués, será derivado a un instituto de máxima seguridad para menores, según dispuso la jueza Guarino, quien le dictó la prisión preventiva como partícipe del delito de "homicidio criminis causae", ya que el asesinato de Campeggi tuvo por objeto presionar al dueño del cíber para que les diera dinero.
Mientras tanto este mediodía, un grupo de vecinos enfurecidos intentó incendiar la casa del padrastro de "Cebollita", "hartos" de la inseguridad que se vive en el barrio. Aunque provocaron destrozos, los bomberos apagaron el fuego
El homicidio de Franco ocurrió el domingo, alrededor de las 15, cuando dos ladrones entraron a robar en un cíber de la calle Potosí al 2600, en Villa Trujuy, donde Campeggi jugaba en una computadora acompañado de su hermano más chico, que ese día cumplía años.
Los ladrones le exigieron al dueño del local la recaudación y se alzaron con 30 pesos, pero les pareció poco y pidieron más plata. Como no los tenía, ejecutaron al chico de un disparo en la nuca efectuado con un arma calibre 9 milímetros.
