“Hubo un protocolo de encubrimiento.” El fiscal que investigó el doble crimen de Emanuel Medina (32) y David Campos (28) fue contundente tras conocerse la condena a 19 policías que participaron del entramado de “simulación de enfrentamiento” cuando se trató de un caso de gatillo fácil. Plantaron armas, alteraron dermotest y hablaron de enfrentamiento cuando fue un fusilamiento.
Era de mañana aquel viernes 23 de junio de 2017 cuando Medina y Campos volvían de festejar con amigos. Pero en Grandoli y Gutiérrez, en Rosario, comenzaron a ser perseguidos por, presuntamente, evitar un control policial. Durante una media hora se produjo la persecución y culminó cuando la Volkswagen Up chocó contra un árbol en Callao al 5700. Ahí las víctimas fueron atacadas a tiros y ahí comenzó, según entendió la justicia, “el protocolo de encubrimiento”.
Emanuel recibió diez disparos y David, tres. Murieron en el lugar. “Estos chicos no estaban armados, no enfrentaron a ningún efectivo policial y todo lo que se pergeñó a partir de lo que llamamos protocolo de encubrimiento era cierto y todo lo que nos habían dicho (los policías) al principio era mentira”, dijo el fiscal Adrián Spelta a la salida de la audiencia en la que se conoció la condena a perpetua para los dos efectivos que dispararon y a entre 1 y 7 años de prisión para el resto por encubrimiento.
Según explicó el fiscal el “protocolo de encubrimiento” consistió en “la eliminación de rastros del delito y la desaparición de vainas y puntas de proyectiles”, además “les plantaron armas” a las víctimas como un intento de “justificar algo injustificable” y “adulterar rastros de pólvora en un dermotest positivo para que diera un falso positivo”.
Los jueces Hebe Marcogliese, Alejandro Negroni y Ramón Lanzón condenaron el jueves pasado por unanimidad a Alejandro Rubén Bustos y Leonel Emiliano Mendoza como autores del doble crimen. Eran los únicos dos de los casi veinte acusados que estaban presos y luego del juicio continuarán en esta condición.
Los policías Marcelo Adolfo Escalante y Hugo Daniel Baroni fueron los otros dos efectivos que salieron esposados de la audiencia. El primero fue condenado a 7 años por abuso de arma por el carácter de funcionario público y el otro, que era jefe del Comando Radioeléctrico, lo sentenciaron a 5 años como aporte a las maniobras de encubrimiento.
Otros trece policías fueron condenados a tres años de prisión en suspenso (excarcelable) por encubrimiento y debe seguir ciertas normas de conducta, entre la que se destaca la prohibición de acercarse a las dos agentes que rompieron el “pacto de silencio”.
Roxana y Jésica fueron condenadas a 1 año de prisión. Ellas fueron las que contaron que se vieron obligadas a firmar actas y que sus compañeros fueron los que dispararon contra las víctimas indefensas. Además destacaron que las armas fueron plantadas.
“Su declaración fue trascendental, ya que fue el quiebre del pacto de silencio. Este tipo de quiebres nunca se pudo observar en otros supuestos. Eso marca una diferencia. También es difícil mantener el silencio cuando hay tantas personas involucradas. Pero también entiendo que se quebraron porque vieron la injusticia del accionar de algunos de sus compañeros”, explicó el fiscal.
Tras sus declaraciones las policías se vieron beneficiadas con un menor monto de la pena y cuentan con custodia policial.
“Encontramos la evidencia y ahora la prueba de nuestra teoría del caso, que venimos sosteniendo a lo largo de estos tres años en coincidencia con los familiares de las víctimas. Esa labor y este resultado generan satisfacción y a la vez un dolor muy grande. No nos olvidemos que atrás de todo esto hay dos personas fallecidas. Desde nuestra posición esto fue el granito de arena que pudimos aportar a la familia”, destacó el fiscal.
Por su parte, desde la Multisectorial Contra la Violencia Institucional explicaron que “la justicia reconoció lo que siempre sostuvimos” y es que “David y Emanuel los acribilló la policía cuando se encontraban inmovilizados, desarmados e indefensos”.
“Existió, además, una densa trama de complicidades para intentar garantizar la impunidad; tal como suele suceder en los casos de violencia institucional, en los cuales les policías, actuando de manera corporativa, se investigan a sí mismes, alteran la escena de los hechos e instalan versiones falsas de lo sucedido”, destacaron desde el organismo rosarino.
¿Por qué los mataron? Para el fiscal “es difícil” responder a ese cuestionamiento. “Es una pregunta -dijo- que tratamos de contestarlo, el por qué de ese accionar. Diez disparos a uno, tres al otro. Indifensos. Es difícil encontrarle una respuesta a semejante agresión”.
“La muerte de un hijo no se supera”
Tras conocer las condenas a los policías que participaron por acción directa y por encubrimiento en el doble crimen de David Campos y Emanuel Medina en 2017, los familiares de las víctimas agradecieron el accionar de la justicia.
“Son las condenas que vinimos a buscar para que no haya más policías malos en las calles”, dijo la mamá de una de las víctimas.
“La Justicia existió hoy acá; me voy con alivio pero la muerte de un hijo no se supera jamás”, agregó con emoción la mamá de David Medina, que tenía 32 años cuando fue baleado por la policía tras una persecución en junio de 2017. “Era lo que esperábamos, que se hiciera Justicia por los chicos”, destacó ante los medios locales tras escuchar la sentencia.
Pero, a pesar de las condenas, la mujer dijo que “jamás voy a confiar en la Policía, me defraudó”. Y agradeció “al fiscal, a los abogados que llevaron adelante la causa, y a la multisectorial que nos acompañó en todo este proceso”.
Por su parte, el hermano de David, destacó que “fueron muy contundentes las pruebas; armas plantadas, a mi hermano le pasaron pólvora por las manos de mi hermano”.
“La única falta que cometieron fue cruzar un semáforo en rojo, venían con la música fuerte, contentos. No merecían morir así”, cerró.