Triple crimen: más pistas apuntan a carteles de droga

La hipótesis de que el triple crimen de General Rodríguez tuvo que ver con el tráfico de drogas cobra cada vez más fuerza. Ayer, fuentes judiciales confirmaron que una de las víctimas mantuvo contactos –por lo menos telefónicos- con una persona que permanece prófuga y que está sospechada de haber instalado laboratorios para la producción de cocaína en el Gran Buenos Aires, según información publicada hoy.

El prófugo fue identificado como “El Bolita” Torres, una persona de cerca de 40 años, que sería de nacionalidad boliviana (aunque los investigadores no descartan que sea en realidad colombiano). “El Bolita” habría participado de la instalación del laboratorio ilegal descubierto por la policía en Punta Indio, en abril pasado, informó el diario La Nación.

Durante el operativo se secuestraron 22 kilos de cocaína, lo que equivale a 250 mil dólares en estupefacientes. Una fuente consultada por La Nación explicó que fue del rastreo telefónico que se hizo después del operativo que apareció el contacto entre “El Bolita” y una de las víctimas del triple crimen.

Todo indica que la persona de la que hablan los investigadores es el empresario farmacéutico Sebastián Forza, asesinado en General Rodríguez junto a Damián Ferrón y Leopoldo Bina, con quienes todavía no está del todo claro qué tipo de relación tenía.

A lo largo de la investigación que sucedió al triple crimen se supo que Forza tenía cerca de 13 causas judiciales por adulteración de medicamentos, que había sido amenazado de muerte en varias oportunidades y que conocía al colombiano Julián Jiménez Jaramillo, el único sobreviviente del ataque de Unicenter que dejó dos muertos y que habría sido consecuencia de un ajuste de cuentas entre narcos del llamado Cartel de la Cordillera.

Mientras tanto, los investigadores analizan las cuentas bancarias de las víctimas para intentar determinar si hicieron movimientos de grandes sumas de dinero en los últimos meses y, de ser así, de dónde provenía el dinero.

Otra vez, la mayor parte de la atención está puesta en las cuentas de Forza, quien en el último año emitió cerca de 4 millones de pesos en cheques sin fondos. Sin embargo, en octubre del año pasado tuvo resto como para donar 200 mil pesos a la campaña de Cristina Fernández de Kirchner.

Ferrón, mientras tanto, tenía una única caja de ahorro cuyo saldo no excedía los 5 mil pesos y alquilaba su casa. Bina también alquilaba y tenía un auto modelo 91.

Pese a que las hipótesis son muchas, todavía no se sabe exactamente qué ocurrió el día en que los tres hombres fueron secuestrados. Tampoco se sabe adonde se los tuvo cautivos hasta que fueron asesinados cuatro días después ni qué relación tenían las víctimas entre sí.

Sus familiares niegan que fuesen narcotraficantes, aunque por el momento todo indica que la pista de la droga podría llevar al esclarecimiento del crimen.