El caso Duffau fue confuso desde el primer momento: comenzó en la noche del sábado 23 de febrero de 2008, cuando Gastón Duffau, estudiante de Ciencias Económicas e hijo de un ex jefe policial, concurrió a un local de la cadena McDonald's de Ramos Mejía. Allí discutió con un custodio y finalmente terminó detenido.
Unos 40 minutos después llegó al hospital de Ramos Mejía. Según la denuncia, agentes de la comisaría 2da. lo llevaron " boca abajo en la caja de una camioneta policial, semidesnudo, con los pies atados y con doble juego de esposas en sus manos".
Hubo una primera versión policial que escuchó la familia del joven: decía que "estaba provocando disturbios", que se trataba de un vagabundo "con piojos y liendres" y luego que "estaba robando en el local".
Más tarde, se explicó, las autoridades policiales habrían dicho que le pusieron esposas dobles porque el joven tenía "un ataque esquizoide, o estaba borracho o drogado".
Desde el inicio la Justicia desechó un asesinato. Hubo una primera autopsia que determinó que Duffau tenía golpes en el hígado y cinco costillas fracturadas, igual que las dos primeras vértebras, pero que esas lesiones habían sido recibidas cinco días antes de su muerte.
Según ese informe de un médico de la Policía Bonaerense, el muchacho había muerto en la camioneta policial pero por golpes recibidos en el cuello y el cráneo luego de ser atropellado por un auto una semana antes. Los familiares exigieron la separación de la primera fiscal, Silvia Bregglia, hasta conseguir su apartamiento.
Luego hubo otra autopsia realizada por la perito forense Virginia Creimer, que estableció que Duffau recibió múltiples "politraumatismos sufridos por aplicación de golpes en todo el cuerpo, como asimismo asfixia mecánica". Así, la Fiscalía responsabilizó a los policías de castigar salvajemente a Duffau: según esa hipótesis, lo golpearon porque se resistía a ingresar a la comisaría, lo dejaron malherido y, al verlo desvanecido, lo llevaron al hospital de Haedo, pero los médicos determinaron que había llegado muerto.
Para el Tribunal, sin embargo, no pudo acreditarse esa hipótesis y, en consecuencia, los policías fueron absueltos.