Una argentina murió y fue cremada en China por indocumentada

Lucía Tosi Cilley tenía 22 años cuando viajó hacia Guangzhou (ex Cantón), en el sureste de China, para sumarse a Topquin, la empresa de su padre Juan Carlos Tosi en el país asiático. “Mi hija desapareció, así de simple. Salió a cenar un 27 de octubre a la tarde en Guangzhou y no regresó más”, contó el empresario al diario PERFIL a fines de 2009.

Comenzó entonces una búsqueda incansable para un caso que parecía un misterio. Y el enigma se profundizó ahora que las autoridades chinas reportaron que Lucía murió por "causas naturales" un día después de extraviarse. La policía citó a Juan Carlos Tosi para mostrarle fotos del cadáver y le informaron que la joven había sido cremada porque no llevaba ningún documento de identidad al momento de su muerte.

El caso quedó oficialmente cerrado para las autoridades chinas, pero no para Rosi. “El cadáver no tenía ningún tipo de violencia, por eso declararon que se trataba de muerte natural”, declaró el empresario al canal Todo Noticias, agregando que el episodio sigue siendo confuso porque su hija “no tenía problemas de salud”. Además, explicó que la desaparición ocurrió cuando Lucía iba a una cena con unos amigos. “Aparentemente tuvo un accidente en la calle y alguien le agarró el bolso”, dijo.

Durante la búsqueda colaboraron la diplomacia argentina y la presidenta Cristina Fernández, que "se portaron maravillosamente", comentó Tosi. El empresario incluso contactó a la mafia china, que le confirmó que no tenía a su hija, y a una mafia africana que opera en Asia, sin resultados. “La policía, a pesar de los ruegos permanentes de la embajada, me avisa 14 meses después lo que pasó. No se ocuparon para nada del tema. Yo sabía que no lo estaban haciendo, por eso me moví por mi cuenta”, dijo al diario Clarín. El caso, para él, seguirá abierto.