La Cámara del Crimen puso al borde del juicio oral y público a un hombre que vendía discos compactos de música apócrifos a través de una cuenta de e-mail de Internet, un teléfono celular y depósitos bancarios.
La Sala Quinta de la Cámara, con las firmas de los jueces María Laura Garrigós de Rébori, Mario Filozof y Rodolfo Pociello Argerich, entendió que se había violado la ley de Propiedad Intelectual, la número 11.723, que establece penas de hasta seis años de cárcel para quien "de cualquier manera y en cualquier forma defraude los derechos de propiedad intelectual que reconoce esta ley".
La norma contempla explícitamente a quien "edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derechohabientes".
De cualquier manera, el juicio oral no será inmediato, pues los camaristas ordenaron una serie de medidas de prueba ante la posibilidad de que detrás de lo que parece ser una simple venta de CD’s se oculte una organización con alcances mucho mayores.
Según la resolución, las ventas se realizaban con base de operaciones en un departamento de la Avenida Congreso al 2.000 de esta Capital, una dirección de mail y un teléfono celular, mediante los cuales se convenían entre cliente y vendedor las condiciones de la operación.
Luego, la forma de pago era el depósito bancario en una cuenta en el Banco Río.
El acusado argumentó que los discos compactos que fueron secuestrados durante un allanamiento y que lo que el tribunal juzgó como prueba del delito imputado eran discos " para su uso personal".
"Parece poco creíble, en vista a la gran cantidad de discos compactos que le fueran secuestrados... evidencia el sentido comercial con el cual el imputado los tenía, y que en verdad esa variedad obedece a la diversidad de títulos que ofrecía", replicaron los camaristas.
Fuente: DyN