A seis meses de haber asumido, el gobierno de la Ciudad lleva doce cambios de funcionarios. Aunque desde el riñón del macrismo aseguran que estas modificaciones no generan inconvenientes, desde la oposición destacan que las renuncias significan problemas en la administración PRO.
Desde Luis Felder (ministro de Cultura que no llegó asumir por las fuertes críticas de intelectuales) hasta Esteban Bullrich (quien volvió a la Cámara de Diputados luego de reemplazar por seis meses a María Eugenia Vidal), son algunos de la docena de funcionarios que abandonó la gestión Macri.
Pánico mediático . Uno de las características de la gestión de Macri, fue su postura reactiva ante la crítica de los medios. Sucedió con Felder, pero más relevante fue la renuncia de Nicolás Caputo (dueño de una de las constructoras más grandes de Buenos Aires).
Íntimo amigo de Macri, “Nicky” Caputo debió renunciar después de que se conociera su condición de asesor del jefe de Gobierno. Aunque el empresario se defendió aduciendo que iba a trabajar “ad honorem”, las denuncias de la oposición y los medios de comunicación pudieron más.
Internas no. Ante la salida de Carlos Tramutola (dos de Juan Pablo Piccardo en Espacios Públicos), el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró a Perfil.com que “las renuncias tienen que ver con la dinámica de trabajo”. La mano derecha de Macri negó la existencia de internas.
Sin embargo, la renuncia de Tramutola se sumó al alejamiento del subsecretario de Higiene Urbana, Gustavo Grasso, y el director General del Reciclado, Pablo Fourniles. Los tres formaban parte de la cartera que comanda el ex gerente de Isenbeck Piccardo, quien sobrevivió pese a ser investigado por la Justicia por malversación de fondos.
Sergio Constantino (ex director de Infraestructura Deportiva), Enrique Huergo (ex presidente de AUSA), Roberto Skiba (ex director de Licencias), Santiago Torres (subsecretario de Desarrollo Económico), Javier Fígoli (ex director -heredado- del área de Control) y Pedro Florido (ex funcionario de la Procuración), son otros que dejaron sus cargos.
En abril pasado, Florido protagonizó una de las renuncias más mediáticas. Apenas trascendió que había asesorado a ex represores de la ESMA fue separado de la gestión. Distinta es la suerte del titular de la Agencia de Control, Federico Young, quien continúa en su cargo pese a que se le vio junto a Cecilia Pando.
¿Los cambios de funcionarios muestran problemas de gestión? Aunque desde el Gobierno porteño aseguran que los alejamientos se deben a las "dinámicas fuertes de trabajo", desde la oposición encuentran en la salida de asesores, directores o subsecretarios un punto de debilidad en los primeros seis meses de gobierno PRO.