POLITICA

La guerra judicial entre Levinas y los herederos de León Ferrari

Vendió las obras y todavía no las pagó. Está cerca del juicio oral. Por qué todo le resulta "raro".

Levinas y Ferrari, envueltos en una polémica.
| Cedoc

El periodista Gabriel Levinas está cerca de llegar a juicio oral, acusado de haber vendido obras del artista León Ferrari y nunca haberle entregado el dinero. Si bien la historia comenzó en 2008 -cuando Levinas recibió las obras para exhibirlas y venderlas en el exterior- es ahora cuando podría llegar a juicio.

Según coinciden varias versiones, el periodista y marchant vendió varios de esos cuadros pero nunca le dio el dinero al artista. La causa penal tramita ante el juzgado de instrucción número 38 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de la jueza Wilma López.
 
Los abogados de Ferrari, quien falleció en julio, le exigen al periodista 144 mil dólares. “Se encuentra suficientemente acreditado en autos el abuso de confianza que habría cometido Levinas. La circunstancia alegada por la defensa, relativa a la repentina intervención quirúrgica por la que debió atravesar el imputado, no logra rebatir las probanzas reseñadas por la jueza de primera instancia, ni resulta suficiente para disminuir su responsabilidad penal”, sostuvieron los camaristas Jorge Rimondi y Luis Bunge Campos, al confirmar el procesamiento contra el periodista.

Levinas habló con Perfil.com y se defendió de las denuncias. En primer lugar, aseguró que las obras no eran 15, sino 12. Luego, explicó que dos de ellas fueron devueltas a Ferrari y las otras 10 "se vendieron". En cuanto a los motivos por los que no devolvió el dinero, Levinas explicó: "Me operé y se retrasó todo. Ferrari estaba en conocimiento de esto. Ahora llegó carta documento de los abogados pidiendo los cuadros". "Yo me ofrecí a pagar y solo querían los cuadros", argumentó.

Al peridosta le causó sorpresa "la velocidad con que avanzó la causa en la Justicia. Era algo civil y lo convirtieron en algo penal". Además negó deber esa cantidad de dinero: "Los cuadros que se devolvieron costaban 60 mil. Lo que figura son 250 mil pesos". "Quieren que me metan en cana", denunció.

Levinas difundió su respuesta en las redes sociales, que también entregó a Perfil.com:

Ante la difusión de un pleito en la justicia que aun no está resuelto con los representantes del artista León Ferrari , quiero dar a conocer mi versión de lo hechos ante este desafortunado asunto que está siendo utilizado políticamente y de manera falaz. Conocí a León, su esposa Alicia y sus tres hijos, Pablo, Marialí y Ariel hace mas de 50 años en Punta del Este. Pasé muchos fines de semana desde allí en mas en la casa de León en Castelar.

Si bien todos ellos fueron parte mi infancia y adolescencia, por razones de la edad mi amigo fue Ariel, asesinado por la dictadura militar. Muchos años después cuando regresó de su exilio, en distintas oportunidades hicimos cosas con León, sobre todo en épocas donde la venta de su obra era muy difícil . También lo acompañé en algunas de sus iniciativas políticas En 2008 Ferrari me dio para su venta varias obras que fueron efectivamente vendidas y otras devueltas.

Cuando León se encontraba ya muy limitado por razones de salud, sus abogados realizaron una falsa denuncia por retención indebida que prosperó por razones políticas y de ningún modo por los elementos que obran en la causa ni lo sucedido en la realidad. Las diferencias que sí existieron, debieron ser resueltas en corte civil.

Para ello la jueza Wilma López y los camaristas Bunge Campos(nombrado por el Gobierno Presidente del Consejo de la Magistratura) y Jorge Luis Rimondi, no citaron a ninguno de los testigos propuestos por mi y no consideraron dos declaraciones juradas de Ferrari ante la aduana y la secretaría de cultura donde expresamente indica que esas obras se me entregaron para ser vendidas, con lo que la figura de retención indebida carece de sustento.

Esto es negarme mi legítimo derecho a la defensa.

El delito de retención indebida se configura cuando uno, depositario de un bien no lo reintegra o le da un fin distinto al que le fue encomendado.

En este caso se me imputa haber vendido obras que no tenía derecho a vender, que me fueron entregadas en préstamo. Existen dos declaraciones juradas firmadas por León Ferrari que demuestran la falsa imputación.

Lamento que León no esté mas entre nosotros y siempre lo recordaré como el gran artista que fue y como una de las mejores y mas bondadosas personas que tuve el honor de conocer.

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