POLITICA
Carlos tomeo, señalado como cercano a fernandez

“A Aníbal no he tenido el gusto de conocerlo”

Le encontraron $ 4 millones en una casa del country Abril. Dice que son de su empresa tabacalera. Uno de sus autos perteneció a Austral Construcciones, de Lázaro Báez. Donó fondos para la campaña de Macri.

20160924_1136_politica_carlos-daniel-tomeo
Tomeo. Dice tener todo declarado. | Cedoc Perfil
Carlos Daniel Tomeo tiene amigos que lo describen como “el Manaos de los cigarrillos”. Esta semana fue noticia porque Elisa Carrió lo denunció por lavado de activos y ser parte, supuestamente, de una asociación ilícita. Mediáticamente, además, lo vinculó como testaferro de Aníbal Fernández. En un allanamiento en una de las casas que tiene en el country Abril, la Justicia encontró $ 4 millones guardados en dos cajas de cartón, debajo de la escalera.

En diálogo con PERFIL, Tomeo negó tener vínculos con Fernández y con Hugo Moyano y Sergio Schoklender (como también se difundió). “No los conozco ni he tenido el gusto de conocerlos. Nunca participé en política, no soy proveedor del Estado, jamas licité. Nada”, expresó.
—¿Por qué tenía $ 4 millones en su casa?
—Primero, no es mi casa. En esa casa vive mi consuegro. Y es plata de la actividad comercial de la tabacalera. A veces no entra la plata en la bóveda que tenemos allá y es normal tener plata en mi casa o en la de él. Es normal en la actividad tabacalera manejar plata en efectivo.
—¿Por qué no estaba bancarizada?
—Porque tenemos la empresa con una clausura preventiva, por la Justicia de Lomas de Zamora, por una causa donde nos falsificaron paquetes. Y estamos esperando levantar eso para poder acceder a las computadoras certificadas para transferir a las cuentas.
—La Justicia también detectó diez inmuebles en el country, veinte autos alta gama...
—Primero, tengo seis inmuebles. Tres son lotes, una casa que se está terminando, una alquilada y otra que es la que vivo yo. Vehículos de alta gama tengo, pero no son veinte. Y tengo dos complejos de cabañas y una hostería en San Martín de los Andres. Y en San Bernardo tengo un hotel que se compró en una subasta pública en 2003 o 2004.
—¿Toda esa fortuna se explica por la venta de cigarrillos?
—Por eso y por la venta de algunas propiedades. Tengo todo declarado. Fui fiscalizado muchos años por la AFIP. Y no sólo yo: mi empresa, mi hijo, mi ex mujer.
—¿Por qué sospecha que se le hace la denuncia?
—Me enteré de que me vinculan por haber cursado unas materias en Derecho (con Aníbal). Cursé cuarenta materias, así que lo desconozco. Yo estaba comiendo pizza en mi casa y vi a Carrió decir en lo de Mirtha (Legrand) que Abril estaba protegido por mí y que yo era el testa de Aníbal. Casi me muero. Empezó como un chiste y ahora estamos con un drama. Las cosas se van a aclarar.
—La denuncia hace hincapié en la sospecha de cómo llegó a tener la empresa.
—Cuando empecé era muy chiquita. Era un momento de mucha crisis, en 2002, y fuimos creciendo.
—¿Y cómo se metió en el negocio?
—En un momento fui abogado de la familia Bo, una de las familias que se dedicó al tabaco en Paraguay. Y ellos me enseñaron el negocio.
—La empresa aparece anotada por una señora de apellido Ordoñez...
—Te explico. La sociedad la compramos hecha, como se hacía en ese momento. Se la compré a un estudio que se dedica a hacer sociedades. Pero si esta gente hacía más sociedades y las vendía... no es un delito.
—En ese mecanismo es donde aparecen los vínculos con los Moyano, los Schoklender y también Jaime.
—La verdad que no sabía. Les compré cuatro sociedades.
—Y sobre los autos, hay un BMW que hasta 2014, cuando lo compró, era propiedad de Austral Construcciones, de Lázaro Báez.
—Ese coche yo lo compré en Quilmes al señor Jorge Diz, que se dedica a vender autos.
—¿No es sorprendente?
—La verdad que no. Porque compré un coche de once años. No conozco a ningún Lázaro Báez.
—En el country Abril tiene muchos vecinos de la política o empresarios.
—Yo fui director del country, en 2011 y 2012, pero no tuve trato con vecinos políticos ni nada que se le parezca. Una vez con la esposa de (Francisco) Larcher, que era de la SIDE, por un problema de seguridad que tuvo.