Hace quince días, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pedía "buena vibra". Una semana más tarde, impulsaba a los militantes del Frente para la Victoria a que no se enojaran. Hoy, la mandataria no pudo más y perdió el equilibro. Durante la inauguración de obras públicas en el partido de Lomas de Zamora, Cristina gritó. "Yo no me hago más la estúpida".
En un duro discurso contra la oposición, pero también contra el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, la Presidenta repartió críticas hacia "los dirigentes intocados, a los que los grandes medios corporativos nunca los tocan".
"Hay que tomar el toro por las astas y decir las cosas como son", opinó la jefa de Estado. "Si los controles que se hacen a nivel provincial no se hacen bien, después los tienen que pagar los intendentes. No es justo", apuntó, ante la notoria incomodidad de Scioli, que la acompañaba en el acto, junto al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
"A cada uno lo que es de cada uno", afirmó la Presidenta, quien diferenció "la responsabilidad de un presidente, un gobernador o un intendente".
"Que cada nivel gubernamental ponga la cara, ponga lo que hay que poner", exhortó.
Intereses. Para Fernández de Kirchner, hay "sectores que cuentan con protección mediática". "Cuando vos tenés valentía y coraje para enfrentar las corporaciones, las corporaciones te castigan", ironizó.
"Este no es un problema de coraje, sino de intereses también", aclaró la Presidenta. "Hay que empezar a atar cabos, porque siempre castigan para un lado y no para el otro".
"Nada es más fácil que quedar bien con todos y tener un millón de amigos. Pero imagínense a ese tipo de dirigentes frente a corporaciones como las que ya sabemos, frente al Fondo Monetario, discutiendo la Ley de Medios, discutiendo por los trabajadores o jubilados", deslizó, entre cánticos militantes y sucesivas interrupciones.
"Gobernar para el pueblo no es fácil, no es gratis. Siempre vienen ataques y mentiras", se quejó.
Cansada de. "¿Por qué les pegan a unos y no a otros? Estoy un poquito cansada", reconoció la jefa de Estado.
"No estoy cansada de gobernar. De lo que estoy cansada es de que algunos se hagan los idiotas, o me tomen a mí como idiota", explotó. "Yo no me hago más la estúpida. No crean que soy estúpida", reiteró la Presidenta.
Aviso. La mandataria terminó su discurso con una particular advertencia: "Cuídense mucho de esos a los que nada les toca, nada les llega y todo está bien".