"Para los que me quieran correr por izquierda, los notifico, ¿a mi izquierda saben que hay? La pared, nada más. A mí no me vengan a correr por ahí". La frase la pronunció hoy la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, frente a un centenar de militantes, desde los balcones de Casa Rosada. Y no habría llamado la atención de nadie si no lo hubiera dicho con un reloj y dos anillos de oro en su mano izquierda, valuados en no menos de 10 mil dólares cada uno.
La Presidenta portaba un reloj dorado al menos similar al Rolex President de 20 mil dólares con el que ella suele pasearse por la Casa Rosada. El otro dispositivo en el que la mandataria mira la hora es un Bvlgari, cuyo valor no es menor a 10 mil dólares, según relevamientos hechos por Perfil.com en distintas casas especializadas.
Envalentonada tras anunciar que utilizará la denominada Ley Antiterrorista "no como muchos decían en contra de los trabajadores sino en contra de una multinacional", la jefa de Estado dijo estar "totalmente a la izquierda" porque "después está la pared". Allí, a su izquierda, además, acostumbra a a llevar un anillo de oro blanco y oro amarillo de 18 quilates, de 15 mil dólares.
Desde antes de comenzar su mandato, ya como primera dama, Cristina llamaba la atención por sus exclusivos atuendos y sus costosas alhajas, con los que aparecía en la escena pública como senadora, después como escolta del presidente y ahora como primera mandataria.
Cristina Fernández de Kirchner siempre fue criticada en este sentido. "Para ser buena política no tengo que disfrazarme de pobre", repetía la ahora Presidenta con colgantes que oscilan entre los 15 y 25 mil dólares; anillos con brillantes y piedras preciosas no bajan de los 8 mil dólares y aros que rondan los 10 mil dólares el par.
Millonarios que hablan de hambre, contradicciones clásicas y conocidas del relato K, que no dejan de llamar la atención.
