Se encadenaron para pedir trabajo y recibieron una paliza. Un matrimonio de desocupados se encadenó frente a la nueva sede del Club Boca de Río Gallegos, ayer reinaugurada por la presidenta, y fueron golpeados presuntamente por custodios del empresario santacruceño Lázaro Báez.
Juan Manuel Narvaez y su esposa Carolina Ramírez, embarazada de cinco meses, habían ido el martes pasado a pedir trabajo y ayuda para conseguir una vivienda a la Municipalidad de Río Gallegos. Como no obtuvieron respuesta decidieron encadenarse a un poste de la calle Roca al 230 de esa localidad, frente al Club Boca, informó la agencia Opi de Santa Cruz.
"Alrededor de la 1.30 de la madrugada aparecieron dos personas caminando desde el club hacia nosotros, yo los miro y levantaron un teléfono y cuando me distraje siento que a mi esposa otros dos le pegan una patada y enseguida me agarran a mí”, relató Narvaez y agregó: "Antes de reaccionar teníamos a seis tipos, tres de ellos encapuchados que nos empezaron a pegar con cachiporras y palos, algunos salieron del club y otros estaban en una camioneta”.
La pareja acusó a los custodios del empresario Lázaro Báez por la golpiza. "No tengo duda que anoche nos quisieron matar. Después de eso, nos empezó a seguir un auto gris de los custodios de Lázaro. Por lo tanto yo quiero hacer responsable de cualquier cosa que me pase a mí o a mí esposa, al señor Báez, porque son sus vigiladores, su patota y su custodia los que nos han matado a golpes”, dijo Narváez a una radio local.
El matrimonio, proveniente de Chaco, llegó a Río Gallegos reclutado por la empresa Austral Construcciones SA, propiedad de los Báez. "El señor René Isa, encargado del depósito de Austral, fue el que me hizo venir a Santa Cruz y al poco tiempo me dejaron sin laburo y en la calle”, contó Narváez.
Horas después de la golpiza, la nueva sede del Club Boca, presidido por Martín Báez, hijo de Lázaro, fue reinaugurada por la presidenta Cristina Fernández.