Alberto deja Olivos y vuelve a la Casa Rosada para mostrar acción

Completamente desinfectada, la quinta de Olivos vuelve a funcionar como lugar de residencia de Alberto Fernández y la Casa Rosada se convierte en símbolo de reactivación de la gestión. Pasaron más de seis meses desde que el Presidente no pasaba los cinco días de la semana en Balcarce 50, rutina que retomó para comenzar a dejar atrás la agenda de la pandemia.

Las reuniones por el avance del coronavirus continúan, sobre todo por las cifras del interior del país. Fernández se reunió con el equipo de asesores médicos y una de las primeras reuniones del viernes en la Rosada fue con Carla Vizotti, Secretaria de Acción a la Salud. Sin embargo, la prioridad del gobierno nacional pasa por mostrar un presidente concentrado en “la gestión de la reconstrucción”.

La hiperactividad que mostró Fernández se da en la semana en la que la escena económica tampoco acompaña y el índice de pobreza trepó al 40,9%. “Va a ser tremendo, los números son malísimos”, se anticipó ante algunos ministros el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sobre lo que vendría. Ante esto, el Presidente salió de Olivos no solo para volver a instalarse en la Rosada, sino también mostrarse en el interior, a donde no viajaba por recomendación médica.

En los últimos días, el jefe de Estado llegó a San Juan, Entre Ríos y Santa Fe. Suspendió una visita a Córdoba mientras trata de retomar el diálogo con el gobernador, Juan Schiaretti. El vínculo al principio de la gestión era bueno y sus legisladores acompañaron distintos proyectos del oficialismo. Pero todo se rompió con la presentación de la reforma judicial, momento en el que el jefe provincial comenzó a reclamar más fondos para sus provincias.  

“Schiaretti es un militante de Cambiemos no asintomático”, dice un dirigente cercano a Fernández para graficar cuál es el vínculo hoy entre ambos. El viaje se reprogramará, aunque desde la Casa Rosada no se arriesgan a asegurar que en la visita haya foto con el gobernador.

Al objetivo de retomar la agenda pública con gestión, el oficialismo le sumó tratar de dejar atrás la posibilidad de una falta de gobernabilidad. En el Gobierno acusan a Juntos por el Cambio de instalar una idea de un gobierno que no puede garantizar la gobernabilidad y que muestra inestabilidad no solo en el manejo de la pandemia, sino sobre todo, en lo económico.

Ayer y tras casi ocho meses sin encuentros, el Consejo del Partido Justicialista nacional se volvió a reunir  para dar una señal de unidad en respaldo al Gobierno de Alberto Fernández, ante el “constante ataque de un sector de la oposición”. Del encuentro encabezado por el titular del partido, José Luis Gioja, participaron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan), y Gildo Insfrán (Formosa). También estuvieron presentes los sindicalista Héctor Daer, Antonio Caló y José Luis Lingieru y funcionarios como Santiago Cafiero (Jefe de Gabinete), Eduardo “Wado” De Pedro (Interior) y Agustín Rossi (Defensa). El objetivo también fue acordar la “movilización virtual” con la que el oficialismo volverá a demostrar su fuerza el 17 de octubre.