Aunque mantiene un agenda desordenada con encuentros que arma y desarma con tan sólo un chat, Alberto Fernández le avisó a sus funcionarios que durante su gestión pretende volver a poner en valor la Casa Rosada (no solo por su estado edilicio) y armar “gabinetes ambulantes” que recorran las distintas provincias. La idea es que los ministros desembarquen en los territorios para trabajar en profundidad en los territorios elegidos.
El Presidente pasó los primeros cuatro días lamentando el estado con el que se encontró la Casa Rosada. El plan de remodelación que inició Mauricio Macri no lo convence y pidió recuperar algunos espacios perdidos. También se quejó por el estado de las obras de arte y solicitó que el lugar en el que se guardan cuenten con la refrigeración necesaria para su adecuada conservación. Pero Fernández no solo se fijó en el estado del edificio, sino que también le pidió a sus colaboradores que “Balcarce recupere protagonismo”. Por eso avisó que cada anuncio y conferencia de prensa sea allí. Aún también si los avisos son de ministros que tienen despacho en otras dependencias como sucedió con el ministro de Salud, Ginés González García, para anunciar el nuevo protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
Por fuera de la Casa Rosada pidió comenzar a armar una agenda por el interior. Fernández repite que su gobierno será “el más federal de todos” y por eso busca llevar su gobierno por distintas provincias. El objetivo es que los ministros se instalen allí algunos días y que Fernández de inicio o cierre al trabajo con gobernadores. La idea es que haya una recorrida por mes.
Aunque aún no hay viajes al exterior en la agenda presidencial, en el Gobierno no descartan tener que viajar a Estados Unidos por la renegociación con el Fondo Monetario Internacional. En cuanto al estilo de viajes, aseguran que tendrán que ver con encuentros con empresarios y búsqueda de inversiones más que con visitas a grandes cumbres.