POLITICA
Macrismo, CC de Carri, concertadores K y radicales

Alerta rojo en Diputados por la primera minoría

Federico Pinedo, desde el PRO, sugirió hoy esperar la jura de los 35 diputados bonaerenses para la batalla final. Sólo los radicales se opusieron e intentaron quedarse con el premio rogando el apoyo K, pero "los dejaron solos".

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| Tlam

Los aplausos y el bullicio de los amigos de cada uno de los legisladores que juraron hoy en el Congreso no pudieron ocultar los "sordos ruidos" de la batalla que se libra por los sillones (y designaciones) que corresponden a la segunda fuerza en la Cámara de Diputados, título aún vacante. De esa pelea venimos dando cuenta hace un mes, pero ahora el tema entra hoy en zona de definiciones, llegó la hora de la verdad.

La fórmula que se encontró hoy para mantener el clima de la sesión en "festivo" y apartarlo de las denuncias cruzadas que generará la feroz lucha por las vicepresidencias segunda y tercera fue simple: se usó la "doctrina Pinedo" (el macrista propuso que dejaran el tema a resolver cuando asuman los 35 legisladores electos por la provincia de Buenos Aires). Ese es un problema derivado del caos del escrutinio definitivo en la provincia, jaquedo por múltiples demandas judiciales y denuncias cruzadas. Fue así que todos los aspirantes, advirtiendo que no podían asegurarse una victoria, decidieron aceptar a regañadientes la tregua.

El esquema de poder es el siguiente: el jujeño Eduardo Fellner fue puesto por el dedo del presidente Néstor Kirchner en el timón de la Cámara, y en principio la vicepresidencia primera del Cuerpo recayó nuevamente en la cordobesa kirchneristas Patricia Vaca Narvaja, quien viene ejerciendo el cargo los últimos dos años. Las dos postulaciones fueron propuestas a los diputados por el jefe del bloque Frente Para la Victoria-PJ, Agustín Rossi. Y se sabe que la voluntad del santafecino en la Cámara coincide, hasta en las comas, con la del presidente Kirchner. Fellner, quien ocupará el cargo que deja vacante el electo vicegobernador bonaerense Alberto Balestrini, queda tercero en la sucesión presidencial del gobierno nacional que, a partir del próximo lunes, ejercerá Cristina Fernández de Kirchner.

La cuestión de las vicepresidencias segunda y tercera tiene cuatro postulantes: el PRO (que tiene buenas chances), la Coalición de Carrió, los radicales y hasta los sufridos integrantes de la Concertación Plural, aliados al kirchnerismo. El gobierno, dicen por lo bajo, no cree que sus socios concertadores puedan quedarse con la victoria, por lo que tienen a los radicales como "plan B" si se les presenta la ocasión de tener injerencia en las designaciones. Ya hablar del PRO o la Coalición Cívica es hablar de terreno hostíl.

En los amagues, el PRO parece contar con buenas chances. Macri aceptó sumar a varias figuras que le generarán en algún momento costo político (como menemistas, bussistas y gente de Rodríguez Saá y otras fuerzas provinciales), pero sabe que esas vicepresidencias le darían un protagonismo a su fuerza que puede serle muy útil si quiere tejer a nivel nacional.

Luego vienen los 28 nombres que al día de reúne la tropa de Lilita. Por supuesto que es la opción que más preocupa al kirchnerismo, porque todo lo que hace o dice Carrió tiene una trascendencia enorme. Un escalón más abajo vienen los concertadores, en parecido plano a los radicales.
 
Hoy, tras la jura de los diputados electos, designados Fellner y vaca Narvaja, llegó el momento de las vicepresidencias segunda y tercera, y la propuesta de Pinedo encontró eco en la Coalición, aunque se opusieron los radicales, que con el aval kirchnerista querían quedarse con esos redituables lugares. Y el gobierno no encontró manera de apoyar el reclamo, porque "es un tema de la oposición". Que los radicales festejaran con los votos K hubiera quedado "poco transparente".

"Lo tienen que resolver ellos, no nos queremos meter", dijo una fuente cercana a la jefatura del Bloque del FPV. Pinedo argumentó que no se podía obviar la ausencia de los diputados bonaerenses "que representan el 38 por ciento del electorado del país y el 15 por ciento de la Cámara". El escrutinio defnitivo de la elección bonaerense podría terminarse, aseguran, la semana próxima. Ya todos cuentan las fichas para esa "madre de todas las batallas" opositora.