Alfonsín admitió dificultades en el frente opositor
El candidato del radicalismo visitó el Bajo Flores y se dio el gusto de jugar al metegol con los vecinos. El acuerdo con Binner y De Narváez
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Adrin Stehlik
La Villa 1-11-14, en el barrio porteño de Flores, fue el lugar elegido por Ricardo Alfonsín para reaparecer públicamente tras su reposo en un centro adventista en Entre Ríos. Mientras trabaja a destajo para cerrar los acuerdos y apoyos de cara a las elecciones, el hijo del ex presidente insistió en la necesidad de armar un frente progresista con el Socialismo y el GEN, aunque reconoció la existencia de “discrepancias y dificultades”.
“Sos el reflejo de tu padre”, le gritó un vecino apenas empezó la recorrida por el barrio. Segundos después, ya estaba caminando por los pasillos de la villa, saludando a hombres y mujeres, y levantando a los chicos que le acercaban. Incluso, tuvo a upa a un chico disfrazado de Hombre Araña. Después, en diálogo con la prensa, se disfrazó de ganador y se mostró convencido de “poder ganar la primera vuelta”.
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Por eso insiste en que el armado nacional será “un frente progresista y socialdemócrata”, pero no descarta que haya “otras fuerzas a nivel distrital, que como no existen otros candidatos, estarían dispuestas a acompañar”. Se refiere, entre otras, a las tratativas de acordar con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, algo que rechazan los socialistas. Esas son las “discrepancias” que, efectivamente, podrían poner en riesgo el armado. “Si las fuerzas que nos acompañan no quieren, tendríamos que explicar por qué, cuando podríamos ganar las elecciones”, disparó Alfonsín.
