POLITICA

Alfonsín se consolida como candidato único y Macri analiza bajar a la ciudad

El candidato radical paseó su alegría con trabajadores portuarios en Capital. Macri, a punto de bajar su postulación presidencial, jugó al fútbol con Del Sel en Santa Fe.

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Apertura para las alianzas pero sin perder el perfil progresista. Esa es la intención de Ricardo Alfonsín de cara al cierre de acuerdos para las elecciones presidenciales de octubre. La estrategia ideada en su equipo de campaña consiste en tres puntos sucesivos: cerrar filas en el partido primero, acordar con la construcción de un frente progresista con el socialismo y el Gen después, y recién ahí sellar adhesiones distritales con otros sectores, como el Peronismo Federal o el PRO.

Tras las deserciones de Julio Cobos y Ernesto Sanz, el asunto interno ya está superado y Alfonsín se consolidó como el único candidato radical a la presidencia. Sin embargo, el camino no fue sencillo: los mendocinos representaban a los sectores del partido que impulsan una alianza más amplia que la del socialismo y el GEN. Luego de conversaciones con el candidato, tanto Cobos como Sanz expresaron su tranquilidad por haber conseguido que el alfonsinismo cambiara su postura y demostrara mayor apertura. En su carta de renuncia, el propio Sanz asegura que advirtió que “más allá de algunos matices, el camino del acuerdo amplio es el que se quiere transitar”.

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Por el momento, el alfonsinismo va a evitar mostrarse acordando con Francisco de Narváez o Mauricio Macri. Pero Alfonsín, que ayer se reunió con obreros del sector portuario, ya dejó de rechazar esas opciones. “Si nos quieren acompañar, ¿por qué nos vamos a negar?”, es la frase que repite el diputado. “Por ahora no hay nada concreto”, reconoce uno de sus principales operadores. Y aclara: “El mensaje está dirigido al electorado de De Narváez y de Macri, para que vean que Alfonsín puede ganar y quiere ganar”.

Por otra parte, para mantener la unidad con Hermes Binner y Margarita Stolbizer, Alfonsín quiere plantarse frente a ellos como “una garantía de que se cumplirá con el programa del frente progresista”. “Cobos y Sanz iban a terminar representando un frente de derecha, nosotros no”, explican. Al socialista lo seguirán esperando (el 22 de mayo tiene la interna en Santa Fe), aunque empezarán a presionarlo para que se defina. Anoche, el radical se mostró con el socialista porteño Roy Cortina.

Desde la otra óptica, Macri sigue trabajando para acordar con la UCR. La idea que barajaban en el macrismo, antes de que Sanz se bajara de la carrera, era que en las primarias abiertas del 14 de agosto se enfrentasen Alfonsín-Binner y Sanz-Gabriela Michetti. Por ello, a principios de semana el jefe comunal se reunió con el propio Sanz. El jefe de Gobierno ensayó, informalmente, posibilidades de fórmulas (que sea su vice) y le ofreció poner a Michetti como su vice. El senador radical le respondió que él estaba dispuesto a avanzar con el PRO, pero que no quería confrontar con su partido. De todos modos, se mostró como negociador y le adelantó que, si suman a De Narváez en la Provincia, sería más fácil acercarlos.

Paralelamente, Macri le pidió a su jefe de bloque en Diputados, Federico Pinedo, que avance en las conversaciones. Los interlocutores son sus pares de la UCR, encabezados por Oscar Aguad (quien se encontró con Macri el miércoles en Córdoba). El líder del PRO le encomendó que intente acercar posiciones. “De mínima, temas institucionales y algunas políticas públicas; de máxima, candidatos comunes”, le encomendó. Por ahora se habla de lista de adhesión (colectoras) y apoyos explícitos.

Mientras tanto, ayer el jefe de Gobierno salió a aclarar que “sigue trabajando en la propuesta presidencial” y adelantó que “antes del 15 de mayo se van a definir las candidaturas del PRO”. En este marco, reconoció que no habló cara a cara con Alfonsín, pero que su gente “está hablando con el radicalismo”. “Leí declaraciones de otros referentes que se dan cuenta de lo que estoy hablando y empiezan a girar sus discursos”, afirmó, luego de que Alfonsín desmintiera haber dicho que Macri era su límite. De todos modos, le pidió a los suyos que le den “una semana más” para definir todo. “Hasta que los radicales lo abracen y le digan que lo quieren, no se baja de la presidencial”, describió un legislador porteño.

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