“He recibido un montón de elogios, como si yo fuera el responsable, y la verdad es que no. Me están cargando una mochila muy pesada en las espaldas”, advirtió, humilde, al cerrar su discurso de ayer.
Basta una escena: cuando De Angeli terminó de hablar el viernes en Paraná ante 1.000 personas en la plaza Alvear, al cierre del Cabildo Abierto de los chacareros entrerrianos con legisladores nacionales, una mujer se le acercó a pedirle un autógrafo. “En su humildad hay grandeza. Esta lucha que está haciendo es para todos. No lo hace para un beneficio propio, está luchando por todos nosotros. Entonces, eso es lo que lo hace grande.” Alba, nacida y criada en el campo, dijo que ve en el líder ruralista a un garante de “la unión del pueblo” y que “por supuesto lo votaría si un día decide ser candidato" a algún cargo electivo.
Cuando llegó a la asamblea, en el salón de la Biblioteca Popular de Paraná, la platea coreó su nombre. Quedó claro que el respaldo para el Melli, al menos tranqueras adentro, es unánime. De diez asistentes al acto consultados por PERFIL, todos destacaron su personalidad y siete admitieron que lo votarían en las próximas elecciones, aunque no tengan del todo claro para qué cargo. “¡No! ¿Qué candidato? ¡A mí dejame trabajar en el campo, nomás!”, respondió él cuando se le preguntó por tal incipiente caudal electoral.
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