El ritmo de suba del precio de los alimentos volvió a acelerarse en la tercera semana de junio, después de haber experimentado una desaceleración en las primeras dos semanas del mes. El avance de precios fue del 1,9%.
Con esto, y según el estudio de la consultora LCG, el total acumulado de las cuatro semanas es del 7,6% de incremento en el precio de la comida.
El Ministerio de Economía aspiraba a que los indicios de una merma en la inflación de alimentos en la primera quincena del mes se consolidaran, pero los primeros datos, por ahora, estarían siendo negativos.
El relevamiento de precios que hace la consultora LCG se realiza semanalmente, y se basa en el estudio de 8 mil productos distribuidos en cinco cadenas de supermercados.
En la semana en estudio se detectaron aumentos del 4,6% en condimentos, 4,5% en panificados, 4% en comidas listas para llevar, 3,9% en lácteos, 3,5% en bebidas en infusiones, 2,6% en azúcar, 1,6% en verduras, 1,6% en aceites y 1,2% en carnes. Mientras tanto, en frutas se observó una baja del 0,4%.
Cuando se analizan los datos de lo que sucedió en las últimas cuatro semanas, en la tercera de junio se individualizaron incrementos del 12,6% en aceites, 11,8% en comidas listas para llevar, 9,4% en lácteos, 8,3% en azúcar, 7,6% en panificados, 6,1% en bebidas e infusiones para consumir en el hogar, 6% en carnes, 1,1% en verduras y 1% en frutas.
Durante mayo, el informe del Indec había mostrado un avance del precio de los alimentos del 5,8%, pero el impacto de la sequía podría seguir impulsando los precios al alza, ya que las lluvias de otoño no alcanzaron para revertir el daño causado.
Mientras que las lluvias recargaron adecuadamente casi la mitad este de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que constituyen la denominada “zona núcleo”, en el centro-oeste no alcanzaron para revertir la condición de sequía y escasez hídrica.
Así lo señaló un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. Según la entidad, “había mucha expectativa puesta en lo que ocurriese de marzo a junio con las lluvias, ya que eran el puntapié para el inicio de la nueva campaña. Contrariamente a lo esperado, las reservas de agua del suelo en el 60% de la región distan mucho de estar en condiciones adecuadas”, detallaron.
“Eran necesarios acumulados que alcancen la media o incluso la superen para poder desterrar los tres años consecutivos de la Niña y la sequía que había quedado enquistada sobre los suelos regionales”. Pero las lluvias “recargaron adecuadamente casi la mitad este de la región núcleo. En un 35% del área, los acumulados oscilaron entre los 150 a 280 milímetros, y solo en un 5% superaron las medias estacionales con más de 280 milímetros”, añadieron.
Para alcanzar el estado óptimo de reservas aún se requieren 80 milímetros en los próximos quince días.