La orden llegó en el momento en que Hebe, acompañada por un grupo de militantes, y el resto de las Madres se aprestaban a movilizarse a la Plaza en la habitual marcha de los jueves.
El subcomisario Gómez de Olivera, del Departamento de Delitos Federales de la Policía Federal se presentó con personal de la fiscalía de De Giorgi. El agente aclaró que presentaba únicamente una "orden de allanamiento" y aseguraba que no tenía en su poder una orden de detención.
La Policía arribó con dos carros celulares y muchísimos efectivos, en un confuso episodio que llevó a pensar que la idea era llevar por la fuerza pública a declarar a Hebe de Bonafini. El juez ordenó que el proceso lo realice personal femenino y con una ambulancia, para preservar la salud de Bonafini. Quedaría detenida toda la noche en una dependencia policial y respondería a la indagatoria en el día de mañana
El entorno de Hebe de Bonafini confirmó a Perfil.com que la orden que llevaba la Policía era una orden de detención y que se impidió debido al cordón de humano que habían formado los manifestantes para defender a la madre. Según explicaron, la camioneta tuvo que salir por la vereda para evitar dicha detención.