El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró hoy que desde el Gobierno "nadie le dijo" al vicepresidente Julio Cobos y al ex presidente Eduardo Duhalde "que tenían prohibida la entrada" al velatorio de Néstor Kirchner.
"Yo decidí llamar a Cobos y a Duhalde para decirles que me parecía que su presencia (en la Casa Rosada) iba a generar una controversia severa, y que lejos de sumarse a quienes tenían la vocación de hacer llegar sus condolencias, le iban a generar un dolor de cabeza a la Presidenta" Cristina Fernández, indicó el ministro coordinador.
En declaraciones a radio Continental, Fernández afirmó que "yo no les dije 'no vengan porque no los van a dejar entrar'. Si hubiesen querido, hubiesen entrado y pasado hasta el lugar donde hubiesen querido. Nadie les dijo que tenían prohibida la entrada".
El funcionario nacional admitió que con Cobos no habló: "Utilicé una persona de confianza común", y a través de ella el vicepresidente "me dijo que agradecía mi planteo". Fernández sí habló con Duhalde: "Lo llamé yo y le expliqué que me parecía que no tenía que estar".
"Eduardo, no me parece saludable que usted esté presente acá. ¿Por qué razón? Porque va a traer complicaciones porque no lo va a ver bien la gente. Escucho lo que se dice de Cobos y de usted. Va a generar un conflicto, no lo genere. Si quería acercarse para rendirle un homenaje, ríndaselo de la mejor forma que es no generando una controversia", relató el propio jefe de Gabinete su conversación con el ex presidente. Según Fernández, Duhalde "me lo aceptó. Si no, hubiese venido. Yo no les dije 'no vengan porque no los van a dejar entrar'".
"Tengo alguna ascendencia para poder decir estas cosas y las dije como se tienen que decir: sin pelos en la lengua. Iba a haber un dolor de cabeza. Estuvo prácticamente todo el arco opositor y nadie los llamó para decirle 'no vengan'. No entendía que había problemas con otros casos que no fueran con estos dos", continuó.
Respecto de que algunos dirigentes opositores quedaron en un salón continuo y no pudieron pasar a la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, donde se levantó la capilla ardiente, como el caso del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, explicó que "no ha sido descortesía ni desinterés". "Simplemente -señaló-, más o menos tratar de ponerle un orden a las cosas y sí hacerlo con los presidentes que viajaron miles de kilómetros para hacer su reconocimiento. No ha sido ningún interés ni de denostar ni de menoscabar la presencia de la oposición".
Fernández aseguró que "por el contrario, creo que ha sido muy valorada por parte de la presidenta de la Nación. También muestra que hay una conducta por afuera de la política en sí misma, de respeto hacia los otros".
Fuente: DyN