El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, respondió al editorial publicado en el diario estadounidense The Washington Post, desmintió que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recurra “a teorías conspirativas antisemitas” y calificó el artículo como “un decálogo de lugares comunes”.
Fernandéz expresó, en una nota titulada en tono irónico “De “Garganta Profunda” a los graznidos de Paul Singer”, su molestia por un duro editorial del diario norteamericano, que se basa en la denuncia presidencial sobre los vínculos entre Nisman y el buitre Singer, ya que retoma la “meneada” cuestión del “antisemitismo peronista para aplicarla, esta vez, a la defensa militante de los fondos buitre”.
En un artículo publicado en el diario Página/12, Fernández sugiere que el título del editorial, “La Presidenta argentina recurre a teorías conspirativas antisemitas”, y el primer párrafo del mismo (¿Qué tienen que ver los lobbistas en el American Israel Public Affairs Committee y el director de un think tank en Washington con Paul Singer, gerente de un hedge fund, y el fiscal argentino Alberto Nisman...”) permiten deducir “quién ha hecho la operación o, como les gusta a ellos llamarlo, el ´lobby?´”.
Sostiene el jefe de Gabinente que el término “antisemita” colocado en el título y la pregunta sobre el nexo entre los actores (American Israel Public Affairs Committee + Paul Singer + Alberto Nisman) abre lugar a una sola respuesta sobre su relación: son judíos.
Luego, Fernández defendió a la Presidenta al afirmar que la pregunta del Post ha sido “largamente contestada por la mandataria” y sólo se encargó de levantar información que “proviene de un artículo firmado por Jorge Elbaum, a quien supongo que The Washington Post no tratará de antisemita”.