Ante la negativa del Consejo de Seguridad de interceder en el reclamo argentino por la Fragata Libertad, que sigue retenida en Ghana, el canciller Héctor Timerman anticipó que Argentina va "a exigir" al G-20 que impida "que puedan avasallar la soberanía de un país".
Tras el encuentro con el Secretario General de la ONU, Ban Ki moon, el funcionario recordó que "la Fragata había sido invitada a visitar Ghana" y en el gobierno de ese país "estaban felices de que el barco esté ahí".
"La decisión de la Argentina es no negociar con los fondos buitre ni ahora ni nunca" porque "son los piratas del siglo XXI", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa.
"Vamos a exigir en el G-20, grupo que integramos, que impidan que puedan avasallar la soberanía de un país", anticipó, al argumentar que las embarcaciones "son como una embajada", en el sentido de que cuentan como territorio del país de origen, y por ende "no pueden ser embargados, es ilegal".
"Han intentado en Estados Unidos embargarnos un satélite y fueron rechazados por la justicia norteamericana. El embargo de un buque de guerra que está amparado por las inmunidades del tratado del derecho del mar implica un grave riesgo para todas las naves militares que están navegando hoy en día por los océanos del mundo", concluyó Timerman.
Negociaciones fracasadas. El reclamo ante la ONU no es el primer traspié diplomático de este conflicto. Al contrario: desde el embargo de la Fragata, fueron varias las negociaciones que no llegaron a buen puerto.
El Gobierno envió primero a los viceministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, Alfredo Forti y Eduardo Zuain, para reclamar la liberación, sin éxito. Luego Timerman anunció que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había decidido evacuar el barco, pero la misma tripulación se negó a abandonarlo.
Finalmente fue el turno del reclamo del canciller ante la ONU, pero tampoco obtuvo resultados. Resta esperar las negociaciones ante el G-20.