POLITICA

Ante las trabas de China, ahora el Gobierno se preocupa por el "yuyo"

Reclamará al país asiático por la suspensión de las restricciones de aceite de esa oleaginosa. Cuál será el argumento.

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| Telam

La dependencia de las cuentas del Gobierno para con la soja vuelve a causar un dolor de cabeza al Estado argentino. Hace unos días China puso nuevas restricciones para la importación de aceite de la oleaginosa con un argumento científico. Ahora el gobierno de Cristina Kirchner reclamará a la administración asiática la suspensión de esas restricciones.

El objetivo es volver a los parámetros que había semanas atrás. Según fuentes diplómaticas consultadas por La Nación, el Gobierno sostendrá que la disposición adoptada por China no se atiene a las normas fitosanitarias dispuestas por la Organización Mundial de Comercio (OMC). El planteo lo realizarán el canciller Jorge Taiana y el secretario de Comercio Internacional, Alfredo Chiaradía, ante el embajador de ese país en la Argentina, Gang Zeng después de las 17 horas.

El temor. Aunque Cristina piense que la soja "es practicamente un yuyo", en el Ministerio de Economía existe inquietud puesto que el conflicto comercial con China le puede generar al país una pérdida de más de 1600 millones de dólares en la balanza comercial y otros 620 millones de dólares menos de ingresos fiscales por retenciones. Fue precisamente esta oleaginosa la que desencadenó el conflicto entre el Gobierno y los sectores agropecuarios en marzo de 2008 y que duró prácticamente un año.

Sin embargo los más optimistas aseguran que la restricción no puede durar mucho tiempo más ya que el 50 por ciento de las importaciones de aceite de soja de China provienen de la Argentina y reemplazar ese volumen de insumos no resultará fácil en el mercado mundial.

Quejas. Fernando Jurado es uno de los máximos ejecutivos en el país de la multinacional Cargill, empresa que se anota entre los más grandes exportadores de aceite de soja desde sus puertos en los alrededores de Rosario. En declaraciones radiales, consideró que la decisión china no hzo más que poner en evidencia ciertas falencias en la estrategia comercial argentina.

"Si durante los últimos años, todas las empresas de la cadena aceitera invertimos en producción de aceite crudo para exportarlo, hay que tener consecuencia en la forma de mostrarse comercialmente al mundo", señaló Jurado.