La prueba que podía comprometer a Lázaro Báez en la causa por presunto lavado de dinero duró una semana. PERFIL reveló que la Justicia comprobó que uno de los aviones privados que el empresario solía alquilar aterrizó en el aeropuerto de Mendoza el día que se firmó la compra del campo por el que se lo investiga. Cuatro días después de la nota, apareció la lista de pasajeros que descarta la presencia de Báez o alguien de su entorno en ese vuelo.
El fiscal Guillermo Marijuan tenía la mira puesta en el jet LV-BPL. Báez solía alquilarlo a la empresa dueña del avión en 2010, Ocean Pacific. En marzo de 2011, Lázaro finalmente se lo compró a esa compañía, según confirmó Rogelio Cirigliano, titular de Ocean Pacific, a PERFIL. El empresario se presentó esta semana ante Marijuan con la lista de los pasajeros del vuelo del 16 de diciembre de 2010. Ni Báez ni nadie de su entorno figuran en la lista confeccionada por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Ese 16 de diciembre, según la lista a la que accedió este diario, en el jet viajaron dos directivos de la empresa London Supply, involucrada en la causa Ciccone. La lista está en poder de esa fuerza, que al igual que la Administración Nacional de Aviación Comercial (ANAC) demora la respuesta oficial.
Cirigliano confirmó a PERFIL que Báez compró a Ocean Pacific el jet LV-BPL en marzo de 2011, tres meses después de la compra del campo. Hasta entonces solía alquilárselo a la compañía. Báez pagó el jet unos US$ 600 mil en pagos durante seis meses. Mientras tanto prestó el avión a su ex dueño para realizar cincuenta viajes. Puso el jet a nombre de su compañía aérea Top Air. Luego de la transacción, cortaron relaciones.
El lunes, Rogelio Cirigliano volvió a reclamar enfurecido y por teléfono a Top Air que quite el logo de Ocean Pacific que todavía figura en el avión. “No queremos estar involucrados con ellos. No tenemos nada que ver”, aseguró a este diario.
La Justicia no encuentra la forma de explicar cómo Fariña llegó a Mendoza ese día con US$ 5 millones de dólares. El fiscal y el juez Sebastián Casanello intentaban establecer quiénes viajaron en ese vuelo, pero el Gobierno demora la respuesta, según fuentes judiciales. Cirigliano echó por tierra la teoría que podía comprometer a Báez. La hipótesis de que el dinero y Fariña llegaron por vía terrestre, posiblemente por vías separadas, crece con más fuerza. “Moverse en un aeropuerto con esa cantidad de dinero es muy difícil. Salvo que alguien de muy arriba haya dado una orden”, le dijo un experto al fiscal esta semana. Pero no hay registros de tránsito terrestre entre provincias.
Ese 16 de diciembre, según la documentación que presentó Rogelio Cirigliano, el jet partió de San Fernando hacia Mendoza con dos directivos de la empresa London Supply a bordo: Vergara Federico Javier y Nabergoj Cristian German. Iban a encontrarse con autoridades del gobierno provincial para negociar la instalación de free shops en zonas fronterizas con Chile. La empresa, además de manejar las zonas libre de impuestos en los aeropuertos, es dueña de Pacific Ocean.
London Supply estuvo en el ojo de la tormenta por el caso Ciccone. La firma aportó $ 1,8 millón para ayudar a The Old Fund a levantar la quiebra de Ciccone y poder quedarse con la imprenta de billetes. El aporte se concretó el 10 de septiembre de 2010. Seis días después, The Old Fund le envió un cheque con el reintegro, según consta en la causa Ciccone.
Mientras el juez reclama la lista oficial de los pasajeros de ese vuelo, autoridades de ese organismo que también trabajan para Báez, le preguntaron al empresario si había viajado en jet a Mendoza ese día. Lázaro contestó que no. La ANAC no cuenta con la lista de pasajeros de ese vuelo, confirmaron fuentes del organismo.