A partir del próximo martes la Cámara de Diputados volverá a transitar el camino hacia la despenalización y legalización de la interrupción del embarazo que no pudo completar en 2018 por el freno que le impuso el Senado. Con la renovación parcial de ambas cámaras y el reciente envión del Poder Ejecutivo, interesado en obtener un triunfo político antes de fin de año, los sectores identificados con el pañuelo verde confían en que esta vez sí cumplirán con el objetivo. No obstante, hay un núcleo duro de legisladores, en especial integrantes de la Cámara alta, que se identifican con el ala celeste y que también están haciendo minuciosas negociaciones para no perder a ninguno de los que votaron en contra hace dos años y, en lo posible, sumar algún indeciso.
El martes y el miércoles, organizados en dos turnos, pasarán 50 expositores por la Cámara de Diputados: 25 a favor y 25 en contra, cuya lista se está terminando de definir pero que, según admiten en ambos sectores, incluirá a los “top”, ya que son muchos menos que los que debatieron hace dos años. En tanto, el jueves y el viernes estarán reservados para la discusión interna de los integrantes de las cuatro comisiones que encabezarán el debate: Legislación General, Legislación Penal, Acción Social y Salud Pública, y Mujeres y Diversidades. La intención es que este mismo viernes se firme el dictamen, que también incluirá el proyecto de ley para implementar el Plan de los 1.000 días, que acompaña la maternidad y los primeros tres años del niño.
La fecha señalada para dar la media sanción sería el 10 de diciembre, otro día elegido para generar impacto político ya que se cumple el primer año de gestión del presidente Alberto Fernández y se aprovechará la movilización al Congreso para sumarse algún punto popular. Según confirmaron a PERFIL desde la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, “la orden del Poder Ejecutivo es que haya ley antes de Navidad”. Es decir que el Senado tendría que realizar un esquema similar para sacar dictamen lo más rápido posible y llevarlo al recinto 7 días después.
En Diputados, el sector verde está cerca de los 129 votos requeridos aunque todavía no están garantizados y hay al menos una veintena de indecisos. En los últimos días se conocieron los votos en contra de dos referentes de Juntos por el Cambio Aída Ayala y Sofía Brambilla, que habían votado a favor en 2018, aunque todavía no las dan por perdidas. También aspiran a convencer a indefinidos como el pampeano Martín Berhongaray o de repatriar el voto negativo de su comprovinciano el senador radical Juan Carlos Marino, entre otros nombres.
El senador oficialista Roberto Mirabella (Santa Fe) también se expresó recientemente por el Sí y hay negociaciones con el diputado entrerriano Edgardo Kueider que se sumaría a su comprovinciana Stella Olalla en el mismo sentido.
Estrategias. Una de las estrategias intermedias que se están trabajando con algunos legisladores que tienen afinidad con los sectores denominados “provida” pero que no tienen una militancia en contra es gestionar una abstención o una ausencia al momento de la votación para que su decisión no influya en el conteo final. En realidad, la ausencia es complicada en un contexto de pandemia y de sesiones virtuales, aunque siempre puede surgir un problema de conexión a último momento que deje a algún senador afuera de la sesión.
Eso es lo que precisamente las bases verdes le están pidiendo que gestione Cristina Kirchner, donde el conteo está invertido y por el momento vienen al frente los celestes, con unas 35 voluntades. El escenario indica que en el mejor de los casos se llegaría a un empate si es que todos los senadores deciden participar de la sesión, lo que obligaría al desempate por parte de la vicepresidenta, que solo está facultada para votar en una ocasión de estas características, como lo hizo Julio Cobos en 2008 con el voto “no positivo” a las retenciones móviles.
Si bien el proyecto del Poder Ejecutivo tiene algunas diferencias con el texto trabajado en 2018, y que hay algunos legisladores que aceptarían una versión más light que se centre solo en la despenalización, vaticinan que no se podrán insertar modificaciones de peso en la iniciativa que vino desde la Casa Rosada y solo se están trabajando pequeños cambios para pulir la versión final.
Multitudinaria marcha celeste al Congreso
Los denominados sectores “provida” que rechazan la legalización del abworto salieron ayer a manifestarse desde el Obelisco hasta el Congreso, en la previa del tratamiento que comenzará el próximo martes en la Cámara de Diputados con el visto bueno del presidente Alberto Fernández.
La lluvia amenazó sobre el mediodía la convocatoria en la Ciudad de Buenos Aires que se replicó en distintos puntos del país, pero finalmente se llevó a cabo la movilización que reunió a referentes políticos, religiosos y mediáticos que están en contra de la interrupción legal del embarazo.
La mayoría de los participantes concurrió identificada con banderas argentinas o con alguna insignia de color celeste con el que se identifica el sector. Precisamente, el hashtag que eligieron para motorizar la convocatoria en redes sociales fue #lamayoriaceleste, en la que se fueron sumando argumentos y voces en contra del aborto.
La marcha contó con la presencia de algunos dirigentes identificados con la postura celeste como la ex diputada nacional Cynthia Hotton, el economista Javier Milei, la diputada nacional del PRO Dina Rezinovsky, la diputada provincial Amalia Granata, los periodistas Mariano Obarrio y Viviana Canosa, el referente provida Agustín Laje y, Rodrigo Fernández Madero de Unidad Provida, entre otros.
Estuvieron presentes las diputadas de Juntos por el Cambio Marcela Campagnoli (CC) y Carmen Polledo (PRO), dos de las ocho referentes que integran la conducción de las comisiones que llevarán adelante la discusión en el Congreso y que ya se expresaron en contra.
También hubo manifestaciones de respaldo desde la Iglesia Católica y desde la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) que advirtió en un comunicado que “16 de 24 provincias son mayoría celeste, convirtiéndose en el 70% de la conformación federal del país” ya que, según dicen, el grueso verde está en el AMBA. Otro de los planteos es que, según las encuestas, “más del 50% de los ciudadanos considera que no es el momento adecuado para su tratamiento”.
Hotton, por su parte, aseguró que “somos más de 3 millones de personas que hoy salimos a las calles en rechazo al proyecto de aborto que el Gobierno Nacional pretende poner en agenda para dividir a la sociedad y distraer”. “El Presidente esconde el fracaso de la salud pública, de la pobreza y de la economía atrás de esta iniciativa”, dijo.
Tal como sucedió en 2018, este sector promete hacerse visible durante las jornadas en las que se debata el proyecto en el Congreso, para confrontar con los pañuelos verdes que quieren hacerse sentir también.