El académico y activista de derechos humanos español, Javier Álvarez, en visita por Argentina, denunció que le tocó presenciar un ataque contra una delegación de dirigentes campesinos y estudiantes, en un paraje del monte santiagueño.
"En la mañana del día jueves 2 de Agosto fuimos intimidados, amenazados y perseguidos por ocho paramilitares encapuchados con armas con intención de agredirnos fatalmente, en la zona de Pinto de la provincia argentina de Santiago del Estero", explicó mediante un comunicado de prensa.
"La pericia del conductor del vehículo hizo que pudiéramos escapar de su acoso", detalló Álvarez, quien forma parte de la Fundación Internacional Olof Palme, de la Cátedra UNESCO en Sostenibilitat y de Universitat Politécnica de Catalunya, en donde forma parte del Centro de Cooperación al Desarrollo.
Para Álvarez, "la situación vivida fue espeluznante y recordaba la época de los años setenta , en la que hacían desaparecer con estos mismos métodos a los activistas de lo social y de Derechos Humanos".
"En la mañana, junto a Ángel Strappazzon de Movimiento Campesino de Santiago del Estero – Vía Campesina, estuvimos en Añatuya en el canal de televisión local donde nos informaron de las declaraciones del ciudadano español Antonio Fernandez, en el mismo canal de televisión una semana antes", indicó.
Álvarez se refiere al ex intendente de la localidad española de Pinto, con la cual la homóloga de Santiago del Estero firmó convenios de cooperación por ,17 millones de euros que habrían sido malversados.
El catedrático español realizó severas denuncias sobre la situación de los derechos humanos en Santiago del Estero. Se encuentra en el país realizando un "informe sobre los desalojos a campesinos originarios de MOCASE que han sido ordenados por paramilitares contratados por la empresa Afagro".
"En la zona de Casares encontramos en el margen derecho de la ruta de tierra, una patrulla nutrida de paramilitares, armados con rifles y pistolas. Paramos el coche y les preguntamos para quien trabajaban. Dijeron que para la empresa Afagro", relató el académico.
Cuando anocheció, vivieron una situación límite. "Una camioneta verde oscuro, sin patentes matrícula, muy similar o idéntica a una camioneta de la empresa Afagro, con ocho encapuchados, abierta y descapotada por atrás, con cinco de los efectivos paramilitares armados apuntando, nos adelantó, nos hacen señales de parar el auto, en una carretera oscura, de noche, encañonándonos con sus armas y apuntando a la cabeza", relató.
Finalmente, lograron escapar y llegar a la sede del Mocase en Quimilí, desde donde formularon la denuncia.