Autocrítica de los obispos por el trato a mujeres que abortan

Las máximas autoridades de la Iglesia argentina compartieron ayer una extensa reflexión con el debate del aborto y la situación social como temas centrales. La novedad es que realizaron una autocrítica por no haber asistido debidamente a las mujeres que decidieron interrumpir su embarazo. Reafirmaron su postura contraria a la legalización del aborto, pero aclararon que no buscan “condenar a nadie” y pidieron evitar que el debate ahonde las diferencias existentes.
No “hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites” que “padecen en soledad las consecuencias de esta decisión”, admitieron en el comunicado emitido tras la 115ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). Además, señalaron que “hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado en malas condiciones” y vincularon estas realidades con “la pobreza no resuelta”.
Los encargados de dar a conocer las conclusiones del encuentro, que se realizó entre el lunes y el viernes, fueron el presidente de la CEA, Oscar Ojea, su vice, el arzobispo porteño Mario Aurelio Poli y el secretario de la CEA y obispo de La Rioja, Marcelo Colombo.
Tras leer el comunicado, cada uno de los obispos que oficiaron de portavoces emitió un mensaje que fue filmado y difundido por redes sociales, una novedad en la estrategia de comunicación del clero. “Aquellos que decimos que defendemos la vida tenemos que revisar nuestro compromiso con los hermanos más necesitados”, dijo Ojea. Además, señaló que el debate en curso es una oportunidad “extraordinaria” para mejorar las leyes de adopción y las normas para el cuidado de las “mujeres en zonas vulnerables”.
Por su parte, Poli indicó que no estaba en el ánimo de los obispos “condenar a nadie, sino entrar en un diálogo razonable sobre la cuestión de la vida”. Colombo, en tanto, explicó que durante los debates se abordaron otros temas, como “la suba de las tarifas, el cese de algunos planes nacionales para los más pobres y también el cierre de algunos profesorados”. Así, reiteró la estrategia que ha adoptado la CEA desde el inicio de este debate, con la que busca que no se aparte la mirada de los temas sociales. Antes, Ojea también había informado que fue parte de la agenda un tema que despertó fuerte repercusión: los ingresos de los obispos.  “Hemos hablado del tema económico, de las asignaciones de los obispos: pensamos algunas alternativas para seguir conversando”, explicó sin ahondar en detalles.