POLITICA

Bergoglio y los Kirchner: una relación tensa y distante

El cardenal fue muy crítico con las políticas sociales de Néstor y Cristina. Tedeum por separado, aborto y matrimonio gay. Galería de fotos

El último encuentro entre Cristina Fernández y el ahora Papa Jorge Bergoglio fue hace casi tres años, el 10 de marzo de 2010.
| Télam

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ahora exCardenal Bergoglio no se ven las caras, en privado, desde el 17 de marzo de 2010. En total, los encuentros entre el nuevo Papa y los Kirchner fueron apenas cuatro.

Es que desde 2003, el arzobispo fue crítico con algunas políticas sociales K y sumado al discurso K contra del rol de la Iglesia en la dictadura, configuraron una tensa relación entre el Episcopado y el matrimonio presidencial.

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El anterior encuentro a solas entre la Jefa de Estado y el religioso había sido casi dos años antes, el 27 de noviembre de 2008, también en el despacho de la Presidenta. Los reiterados llamados del religioso para combatir la pobreza, la inseguridad o la desigualdad social no fueron bien visto por el kirchnerismo, que apenas mantuvo una relación protocolar con el Cardenal Bergoglio.

La primera cita fue en agosto de 2003 cuando Néstor Kirchner recibió los saludos de cortesía del Episcopado a tres meses de haber asumido. Pero el 25 de mayo de 2004 Bergoglio criticó al Gobierno y llamó a una "fuerte protesta contra los que se sienten tan incluidos que excluyen a los demás".

No obstante, el conflicto fuerte entre Bergoglio y los Kirchner comenzó en marzo de 2005, cuando el fallecido ex Presidente disolvió el obispado castrense, después de las polémicas declaraciones del obispo Baseotto, quien había criticado al entonces Ministro de Salud Ginés Gonzáles García por su política de aborto: "Merecen que les cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar".

2007 fue otro año de momentos de tensión, sobre todo cuando el Gobierno decidió trasladar el tradicional Tedéum del 25 de mayo a Santiago del Estero.

El 19 de diciembre de 2007, Bergoglio se acercó a felicitar a la Presidenta por la asunción de su cargo. Fue apenas un encuentro de compromiso. Desde esa fecha, la ceremonia se desplaza por diferentes provincias en ausencia del Cardenal Bergoglio, que la mantiene en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires.

A principios de 2008, el Vaticano desautorizó a Alberto Iribarne a asumir como su embajador por estar divorciado. Iribarne era el candidato elegido por Cristina Kirchner. Finalmente asumió Juan Pablo Cafiero. El vínculo Iglesia-Gobierno se tensó aun más.

Algo que tampoco fue bien visto por el Gobierno fue cuando a finales de 2008 Bergoglio recibió a los familiares de José Rucci,
entre ellos su hija, la diputada del PJ disidente Claudia Rucci.

Matrimonio disgustado. En octubre de 2009, Bergoglio afirmó en un seminario que "los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión, los asesinatos sino también por la extrema pobreza".

Cristina Fernández le contestó a los pocos días: "Hay dos clases de personas, quienes hacen declaraciones sobre la pobreza y los que nos dedicamos a ejecutar acciones todos los días para combatirla y en todas partes". Estela de Carlotto también replicó al arzobispo: "No contribuye al diálogo".

No obstante, fueron la ley de matrimonio igualitario que aprobó el Congreso en octubre de 2010 y las nuevos proyectos de ley oficialistas para flexibilizar el aborto no punible lo que terminaron de corroer la relación entre la Casa Rosada y el Episcopado.

El Cardenal Bergoglio consideró que el matrimonio gay -impulsado y votado por la mayoría K en el Congreso, era "una movida del diablo". En cuanto al aborto, el arzobispo indió que "nunca es la solución" y reclamó que se "preserve y respete" tanto la vida de la madre como del niño por nacer. En la Casa Rodada parecen no haberlo escuchado.

De todos modos, el arzobispo tuvo la consideración de "pedir gratitud" cuando falleción el ex Presidente en octubre de aquel año. "Hoy estamos aquí para rezar por un hombre que se llama Néstor, que fue recibido por las manos de Dios y fue, en su momento, ungido por su pueblo", aseguró. Seis meses antes, hace ya tres años, fue el último encuentro del nuevo Papa con un Kirchner.