La empresa Botnia, de Fray Bentos, ratificó hoy su voluntad de recibir a los asambleístas de Gualeguaychú para explicar su posición, que indica que la planta tendría un "impacto mínimo" en el medio ambiente. Asimismo rechazó asumir una postura en torno de un eventual fallo del Tribunal de La Haya desfavorable a la pastera y pronunciarse sobre el conflicto que desató su instalación entre ambos países, aunque lamentó que esto la haya privado de "recursos humanos" existentes en Argentina.
Botnia, que ahora aparece como la única que ha salido indemne del conflicto entre Argentina y Uruguay, organizó hoy la primera visita para periodistas argentinos desde que el pasado 9 de noviembre se pusiera en funcionamiento su enorme establecimiento industrial en la costa oriental del río fronterizo. El gerente de la planta, el finlandés Sami Saarela, aseguró a DyN que "no tengo ningún problema en sentarme a discutir con los asambleístas" de Gualeguaychú, a la vez que lamentó que por el conflicto entre ambos países "no se pueda aprovechar del conocimiento y capacidad de los argentinos". "Es una pena que no hayamos podido contar con ese recurso humano", agregó.
Por otra parte, la gerenta de Comunicaciones, Florencia Herrera, ratificó la voluntad de la empresa de "recibir al grupo de técnicos de la Asamblea", una iniciativa que fue rechazada días atrás, pero "la invitación sigue abierta", indicó. Herrera, al mencionarse la postura argentina sobre la violación del Tratado del Río Uruguay en la que habría incurrido Montevideo, reiteró que desde la empresa "cumplimos" con los requisitos que le impuso "un país con estado de derecho" y destacó que "no podemos opinar sobre el conflicto porque se encuentra en el ámbito de lo político".
La gerenta evitó asumir una postura pública respecto de un eventual juicio desfavorable a Uruguay en La Haya porque "no podemos dar una opinión política" y tampoco quiso pronunciarse sobre los juicios -uno penal por tentativa de daño ambiental iniciado por el gobierno entrerriano y otro civil del balneario Ñandubaysal de Gualeguaychú- porque "no hemos recibido ninguna notificación".
"Nosotros estamos instalados del lado uruguayo" y si el gobierno de ese país "considera necesario extender hacia la empresa el tema" esta asumirían una postura al respecto, sostuvo. Botnia aparece de tamaño impresionante desde varios kilómetros antes de llegar, y si bien sus chimeneas no lanzan gran cantidad de humo, se siente leve pero claro el famoso olor a "coliflor hervido", como lo llaman en Gualeguaychú, apenas en el ingreso al edificio central, aunque no en el acceso de la planta, a tres kilómetros de allí.
Para la recorrida con la prensa la empresa puso a disposición a sus cinco principales gerentes, encabezados por el enviado finlandés. El paseo finalizó con algunos periodistas con un dejo de picazón en la garganta y la nariz, aunque luego de haber ingresado en los recintos cerrados donde se seca la pasta de celulosa.
La planta aparece desde dentro como una sucesión de estructuras similares a silos, conectadas con cañerías, por donde circulan los químicos y la celulosa en su proceso de elaboración, y en una recorrida aparenta ser un lugar desierto. Durante largos minutos ese paisaje aparece sin ningún trabajador a la vista, ya que la mayoría se encuentra controlando el sistema desde la sala de computadoras.
Solo unos 35 empleados manejan la producción en turnos de 8 horas, las 24 horas del día, dijeron, no muchos son de Fray Bentos y casi todos son ingenieros y técnicos especializados, que controlan las máquinas que se ven avanzar casi a solas elaborando, secando, empaquetando y transportando la celulosa hacia las barcazas, que cada día y medio parten hacia el puerto de Botnia en Nueva Palmira.
La de Fray Bentos es la primera planta de la firma finlandesa fuera de ese país y será, cuando funcione al máximo de su capacidad, la que más celulosa produzca, estimado en un millón de toneladas anuales. Actualmente, afirmaron sus gerentes, se encuentra produciendo a "más de un 70 por ciento de su capacidad", según datos de diciembre y enero, con "picos diarios de más del 90 por ciento".
Botnia tendrá, se estima, un impacto del 1,6 por ciento del PBI de Uruguay, mientras entre trabajos directos e indirectos genera 6.132 puestos de trabajos, según un cálculo hecho por la propia firma.
El gerente de Medio Ambiente, Gervasio González, ratificó que aquí tienen "la mejor tecnología disponible en la Unión Europea" y destacó que se están llevando a cabo monitoreos tanto de parte del órgano ambiental uruguayo, DINAMA, como de la propia firma que implican 40 puntos de tomas de muestras que analizan mensualmente.
González admitió que los posibles efectos nocivos "no son inmediatos", de ahí los controles frecuentes, dice, y niega posibles efectos acumulativos, porque serían detectados por esos mismos estudios y presuntamente podrían controlarse. La planta realiza análisis de "parámetros físico-químicos del río, la biología del río y sedimentos, el aire ambiental, el ruido, las aguas subterráneas, los suelos, la fauna" y también lleva "monitoreos socioeconómicos semestralmente en la región" del lado uruguayo, precisó, y afirmó, "en ninguno de los valores medidos" se violó las exigencias del Estado uruguayo.
Fuente: Mirna Leal (DYN)