El vicepresidente Amado Boudou logró ganar más tiempo en la causa Ciccone y la decisión sobre su situación en el expediente volverá a tratarse, con suerte, a fines de diciembre. En esa fecha, la Cámara de Casación, máximo tribunal penal, deberá decidir un pedido de la defensa: si hay indicios y pruebas suficientes para seguir investigando al vice en la causa.
Según fuentes del Tribunal, la decisión de la Sala IV se dilatará debido a tres cuestiones: uno de los miembros de la Sala, Juan Carlos Gemignani, fue recusado por Boudou por haberlo señalado en un fallo anterior como miembro de un grupo que amenazó a Laura Muñoz, la ex esposa de Alejandro Vandenbroele, que lo calificó a su ex marido como “testaferro de Boudou”. Por esa recusación, la Sala debe decidir si sustituirá a Gemignani, ya que el fallo debe contar con el voto de tres jueces. Ese proceso se dilatará semanas, hasta que se sortee un tercer juez y los camaristas escuchen a las partes y luego decidan si aceptan la recusación. Luego, una vez que se sepa quiénes son los tres jueces, deberán estudiar la cuestión de fondo: si hay pruebas que sostengan una acusación contra Boudou en la causa.
Esta semana, mientras se ponía en jaque la imputación a Boudou, se revelaron pruebas que refuerzan una supuesta relación del vice con un el titular de la imprenta de billetes, Vandenbroele. Pero la clave está en los cruces telefónicos que todavía están siendo procesados, aseguraron fuentes de la causa a PERFIL. Las conversaciones que mantuvieron durante meses José María Núñez Carmona –socio y mejor amigo de Boudou–, el vice, Vandenbroele y miembros de la familia Ciccone están siendo cruzadas. Esas líneas podrían arrojar el mapa de relaciones y negociaciones durante los meses en que Ciccone terminó en manos de The Old Fund, firma encabezaba por Vandenbroele.
Flash. Todo sucedió en la misma semana. Boudou dejó de ser la cara visible del Gobierno, papel que había asumido en las últimas semanas ante la licencia médica de la Presidenta, y la llegada de Jorge Capitanich volvió a opacarlo políticamente. El jueves, el fiscal Javier De Luca emitió un dictamen que niega que haya pruebas que acrediten que Boudou pueda seguir siendo investigado por presuntas “negociaciones incompatibles”. En su escrito, De Luca aseguró que en la causa no “se ha dado una explicación semejante que autorice a pensar que este tipo penal podría estar involucrado y que en él estuviera involucrado” el vice.
Ese mismo día, Infobae.com reveló una factura de la empresa Nextel de octubre de 2010 a nombre de Ciccone. La factura era remitida a la dirección en un departamento propiedad del vice, donde vivieron Vandenbroele y su amigo Fabián Carosso Donattiello. La factura corresponde al mismo mes en que Vandenbroele desembarcó en Ciccone. En el expediente hay más de una.
El fiscal De Luca vio esas facturas porque están en el expediente que analizó. Para el magistrado, no son prueba suficiente. El juez Lijo tampoco cree que sea una prueba contundente. Está al nivel de las facturas de cable pagadas por Vandenbroele. Sin embargo, la prueba allana el camino sobre un vínculo que Boudou niega: Vandenbroele vivió en su departamento y podría existir relación entre ambos.
De Luca es uno de los referentes de Justicia Legítima. En un fallo anterior había pedido que se confirme toda la prueba en la causa Ciccone para que siguiera adelante.