POLITICA
estrategias presidenciales

Bullrich aplica un ‘operativo demolición’ y Larreta uno de contención para seguir con su ‘maratón’

Fieles a sus estilos, los dos principales candidatos pulen sus planes para fortalecerse en la carrera a la Presidencia. La titular del PRO busca derrumbar la idea de que la postulación de su contrincante es irremediable e instalar que podría bajarse. El jefe de Gobierno rechaza las lecturas que favorecen a Bullrich y confía en que al final del partido quedará como el más confiable. Cruces entre dirigentes en las redes sociales.

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Dupla. Rodríguez Larreta y Bullrich pugnan por el liderazgo del PRO y de Juntos por el Cambio. | cedoc

Patricia Bullrich no lo dice con esos términos, pero en su equipo saben que la estrategia es clara: trabajar en lo que algunos llaman un “operativo demolición” para demostrar que la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta no está tan firme como está instalado en los ámbitos políticos desde diciembre de 2019. Desde el gobierno porteño, en cambio, tienen en marcha un doble esquema, en el cual por un lado siguen con su “maratón” para llegar como el postulante mejor perfilado y por el otro aseguran estar con un operativo para contener lo que denominan que son operaciones en su contra.

La campaña en el PRO entró en una etapa donde los dardos empezaron a ser subterráneos, con conversaciones permanentes entre dirigentes, encuestas que benefician a unos y otros, y campañas en redes sociales. Las peleas a cielo abierto entre los principales dirigentes, que tuvo su momento más álgido en la discusión por las vallas en la casa de Cristina Kirchner y que se reflotó con la pelea entre Bullrich y Felipe Miguel, están buscando que no se vuelvan a repetir. Aunque nadie se anima a apostar que lo puedan cumplir.

“Estamos todos los días apagando operaciones”, reconoce una fuente de Uspallata. A veces por planteos que hacen abiertamente dirigentes englobados entre los halcones y otras por campañas en redes sociales en las que ven detrás manos que les resultan familiares.

La semana pasada, por caso, desde el macrismo y bullrichismo salieron a cuestionar la recorrida de Larreta por Santa Cruz junto a Antonio Carambia, ex diputado que asumió por Juntos por el Cambio 2017 y se alejó en 2019, votando leyes junto al kirchnerismo. “O somos el cambio o no somos nada”, fue una de las frases usadas. “No contestamos chicanas políticas”, replicaban en el larretismo. Alguno recordaba que entre los diputados que se alejaron en 2019 estaba Beatriz Ávila, la tucumana que en 2021 volvió a ser candidata de JxC para asumir como senadora.

Hay otros movimientos que llamaron la atención larretista. Esta semana, por ejemplo, no solo notaron en redes una fuerte reacción a los comentarios de María Migliore (ministra porteña) sobre Hebe de Bonafini, sino que incluso se empezó a viralizar un falso tuit de Larreta saludando a la titular de Madres. El encargado de salir a desmentirlo fue Omar De Marchi, jefe de campaña de Larreta, con una frase de fuerte contenido político: “Quienes hacen de la estúpida grieta un eje de campaña, no tienen nada importante para ofrecerle al país. Argentina no tolera más gritos, ni improvisación, ni mentiras”. Y terminó con la estructura de los halcones: “Somos serios o no somos nada”.

En el equipo de Bullrich se alejan de cualquier operación pero sí reconocen estar a la búsqueda de romper con la idea de que Larreta es candidato seguro. “En marzo me crucé con un dirigente y le dije que Horacio no llegaba a las elecciones… me lo crucé hace unos días y me dijo ‘cuando me lo dijiste pensé que estabas loco, ahora no estoy tan seguro”, relata una de las personas cercanas a la titular del PRO.

Cerca de Bullrich miran encuestas de todos los colores y celebran que hoy están de igual a igual con un Larreta con imagen en caída. Perciben en la calle que la ex ministra vive su mejor momento con el electorado. Y reciben cada vez más empresarios dispuestos a aportar todo tipo de recursos para la campaña, ya sea plata o móviles para transmitir los actos.

En el larretismo rechazan esas lecturas y aseguran que las encuestas que manejan los muestran sólidos en la pelea. En el espacio hay quienes aseguran que lo importante es contener la avanzada de los halcones, porque confían en el profesionalismo de los equipos de campaña y, sobre todo, que llegado el momento de votar el discurso de Larreta tendrá mejor recepción que ahora, cuando los extremos logran hacerse oír con más fuerza, y que su candidatura se verá como “más confiable”.