No sólo se trata de una “lavada de cara”. El Gobierno, embarcado en un proceso de achicar el gasto público por problemas económicos, tiene la intención de delegar el management del Fútbol para Todos a manos privadas. El objetivo es frenar el drenaje anual de fondos que destina para que la gente vea gratis todos los partidos. El proceso de traspaso tardará unos meses –se calcula que recién para agosto regiría la nueva programación–, y los artífices de la renovación serán el conductor/empresario Marcelo Tinelli y su socio K, Cristóbal López.
Así, el oficialismo amortiguaría un gasto de más de 1.500 millones de pesos anuales y sentaría a su mesa al animador más popular de la TV, lo que le serviría para diluir el malhumor social que rodea a la Casa Rosada. Además, lograría abultar las arcas estatales con un sistema de apuestas on line, conocido como “prode bancado”, propiciado por la AFA y con el aval del Gobierno. Si se decidiera volver a cobrar los derechos de transmisión al cable por la emisión en HD, lo que ahorraría sería insignificante, unos 190 millones de pesos anuales, porque hay sólo 800 mil abonados a ese servicio. Si lo que hiciera, en cambio, sería cobrar los derechos para todos los canales, incluyendo los analógicos, se recaudarían 500 millones de pesos anuales, pero eso iría a la Justicia porque violaría el actual contrato con la AFA.
El kirchnerismo decidió en 2009 quitarle los derechos de transmisión al Grupo Clarín y eliminó el fútbol codificado, para que los fanáticos pudieran ver a sus equipos en la televisión pública y en todo aquel canal de aire o de cable que deseara pasarlos. Para ello desembolsó ese año 600 millones de pesos en concepto de derechos a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y puso otros 300 millones de pesos para los costos de producción que iban (y van aún) a la empresa La Corte –de los hermanos Monzoncillo– , encargada, entre otras cosas, de transmitir los actos de Presidencia de la Nación y sobre la cual tiene influencia el ex vocero de CFK, Miguel Núñez.
Cristóbal López compró el año pasado el 70% de Ideas del Sur, la productora de Tinelli, que tiene diversos contratos con el Grupo Clarín. Con IDS Sports –una ramificación de la empresa–, Tinelli se apropió de un proyecto de la AFA: tener un canal propio. El conductor se lo llevó en mano al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, la semana pasada. Pero además de la señal, el conductor se haría cargo de convertir en algo rentable el Fútbol para Todos.
El año pasado, la transmisión de los partidos le costó al Gobierno más de mil millones de pesos. Para éste, hay un incremento aprobado en el presupuesto inferior al 20%. La AFA recibió en 2013 unos 925 millones de pesos, y el Gobierno costeó el programa con otros 650 millones de pesos.
Una de las patas de la renovación del Fútbol para Todos serían las apuestas on line o “prode bancado”, como lo llama el mandamás de la AFA, Julio Grondona. Serían apuestas durante los partidos, con diversas opciones. En España, en menos de un año, ese negocio movió 1.500 millones de euros.
No hay forma de calcular en la Argentina cuánto se podría recaudar, porque además, en la península ibérica las apuestas incluyen todos los deportes. En nuestro país hay un solo ejemplo y es en Tucumán, a través de un portal que se llama Pálpito 24, que funciona gracias a un amparo judicial. Para hacer apuestas on line debería cambiar la legislación. Pero lo que está claro es que con ese dinero se verían beneficiados la AFA y el Gobierno, a través de Lotería Nacional. “Van a contramano del mundo, donde ese negocio se está restringiendo”, dijo a PERFIL el diputado provincial Walter Martello, especializado en temas del juego.
El trasfondo de la cuestión sigue siendo el gasto público. El Gobierno atraviesa una situación de crisis, con una escalada inflacionaria sin precedentes. Las reservas del Banco Central se desangran: están situadas en menos de 30 mil millones de pesos. El kirchnerismo siempre utilizó como bandera del modelo la cantidad de dinero que había en el Banco Central y ya no puede hacerlo.