La operación de enviar casi 400 kilos de cocaína a Moscú desde la Embajada rusa en Buenos Aires se frustró gracias a que la organización para detenerla, realizada por ambos países, inició con bastante anticipación.
La organización narco, entre cuyos miembros se encontraban un diplomático ruso y un miembro de la Policía de la Ciudad, intentó mandar 12 valijas como si fueran parte de una misión diplomática.
A pesar de que las bolsas con cocaína fueron reemplazadas con harina y varias personas fueron apresadas, el líder de la organización, un misterioso “Señor K”, sigue prófugo de la Justicia.
La captura. El embajador ruso en la Argentina, Viktor Koronelli, descubrió 12 valijas con droga en un depósito del “Colegio Adjunto de la Embajada” el 16 de diciembre de2016. Tras esto, se comunicó con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien dio aviso a Gendarmería.
Una vez que se confirmó que los “panes” dentro de las valijas contenían cocaína, se decidió cambiarlos por harina, con el fin de que los narcotraficantes siguieron con la operación y así poder atraparlos.