Es otra noche en un piquete para Eduardo Buzzi, el líder de la Federación Agraria Argentina (FAA). Hace casi tres meses que repite la rutina.
Los chacareros que están en el piquete de Lincoln lo reciben con afecto, lo saludan desde los autos con el pulgar hacia arriba y le tocan bocina, le acercan cartas, le preparan asados y delicias. Lo miman. Es igual en todos lados.
Buzzi tuvo una jornada agitada el viernes y lo esperaba otra aún más intensa ayer. Perfil lo siguió a sol y a sombra: estuvo 24 horas compartiendo con él los momentos más calientes de la crisis, desde las citaciones judiciales hasta los preparativos para el multitudinario acto que mañana encabezará en Armstrong, epicentro de la protesta en el corazón de Santa Fe, junto a intendentes y productores.
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