El rol de las estructuras offshore en los negocios de empresarios argentinos tiene un claro ejemplo en Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, y uno de los hombres de negocios de Paradise Papers.
Mindlin se convirtió en los últimos años en el empresario más grande del sector eléctrico de la Argentina. Pampa es dueña de Edenor. En ese trayecto de crecimiento, una offshore creada en las Islas Caimán, el quinto territorio más opaco del mundo, según el Indice de Secreto Financiero de la Tax Justice Network, cumplió un rol estratégico.
La lógica de los negocios parece siempre buscar a los paraísos fiscales y territorios que garantizan el secreto financiero, desde el Caribe hasta Uruguay. Además de la baja o nula carga impositiva. Así lo demuestran los documentos obtenidos por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), a los que accedió PERFIL.
En 2011, Mindlin compró los activos del fondo norteamericano Ashmore Energy International (AEI) –de Enron– en la Argentina. De esta forma, se quedó con la empresa Emdersa, que agrupaba a las compañías eléctricas de San Luis (Edesal), La Rioja (Edelar) y Salta (Edesa). También adquirió la distribuidora Eden, que operaba en el norte y el centro de la provincia de Buenos Aires. Pagó US$ 140 millones, de acuerdo al Reporte Anual de Pampa Energía de 2011 ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
La ingeniería financiera para concretar ese negocio estuvo a cargo de Appleby, uno de los principales estudios jurídicos del mundo offshore. Aunque las inversiones fueron desde y para Argentina, todo se manejó desde Pampa Inversiones SA en Uruguay y desde una offshore en Caimán: Inversiones Argentina I.
Al mismo tiempo, Appleby creó otra offshore, Inversiones Argentinas II, utilizada para que Pampa adquiriera la deuda millonaria que AEI tenía contra el Estado en TGS (Transporte Gas del Sur, uno de los mayores distribuidores de gas en el país). Consultado por el equipo argentino de Paradise Papers, Mindlin hizo saber: “Inversiones Argentina I e Inversiones Argentina II eran dos compañías constituidas por AEI y dueñas de activos” de la firma de Enron. Sin embargo, Appleby creó ambas offshore el 13 de enero de 2011, cuando se concretó la compraventa. La operación “fue oportunamente reportada a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y a los Estados Unidos”, agregó el empresario.
Inversiones Argentina I fue disuelta en diciembre de 2012.
“Inversiones Argentina I e Inversiones Argentina II no fueron sociedades creadas por Pampa, sino elegidas por AEI como vehículos para concretar la antedicha desinversión de activos”, agregó. Según los documentos de Paradise Papers, Inversiones Argentina I tenía como accionistas a Pampa Energía y AEI. Los directivos de la offshore eran Marcelo y Damián Mindlin, presidente y director titular de Pampa; otros ejecutivos de Pampa, como Sergio Torres, ; Gustavo Mariani; Germán Pérez Peña, titular de Pampa Inversiones SA, en Uruguay. “El capital social de la compañía en ningún momento fue compartido por AEI y Pampa. Naturalmente y como es habitual en operaciones de compraventa de compañías, tras la adquisición, los directivos de Pampa reemplazamos a aquellos designados por AEI, razón por la cual figuramos como directores”, aseguraron.
Pero hay otro actor importante en esta offshore: el fideicomiso Apleeby Trust (Caimán) Ltd., con poder total sobre la compañía: es signatario, fideicomitente, beneficiario final y accionista. ¿Quiénes están detrás de este trust? Es secreto. “Es incorrecto que el beneficiario final de Inversiones Argentinas I haya sido un fideicomiso de las Islas Caimán, al menos desde el momento en que Pampa adquirió la sociedad. Desde ese entonces el beneficiario final fue Pampa, y el único accionista fue Pampa Inversiones”, dijeron en la compañía. Sin embargo, los documentos de Appleby identifican a ese fideicomiso como el controlante total de la offshore.
Los fideicomisos offshore se pueden usar para agregar una capa adicional de complejidad a esta cadena de mamushkas.
La compañía de Mindlin figura en un documento de octubre de 2012 en el que Appleby le factura honorarios por “ongoing advice”. La factura tiene una anotación a mano: “There are still funds in trust”.