“Puede que sea utilizado como prenda de negociación para reclamarles a los gobernadores que resignen fondos”. En esos términos anticipa un influyente dirigente de Cambiemos la estrategia en torno al plan de ajuste político que están llevando adelante Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, en sintonía con el ministro de Modernización, Andrés Ibarra.
En todos los ministerios ya saben que van a tener que achicarse. Algunos incluso ya fueron a la Casa Rosada con una ofrenda: hay un ministro que ofreció resignar una subsecretaría y una dirección. La incógnita que tienen en esa cartera es si es suficiente o le van a exigir más.
En otras carteras ya están rediseñando sus organigramas. Algunos “ravioles” (como se los conoce en la jerga a cada espacio de la estructura estatal) van a desaparecer, otros se van a fusionar. Incluso, están en la mira programas de diferentes ministerios que tienen funciones que se pisan. “Es antipático, pero es lo que hay que hacer”, se resigna un funcionario de Casa Rosada, quien reconoce que desde hace seis meses se volvió imposible “levantar un contrato aunque lo necesites”. “Modernización es el cuco”, describe.
Desde esa cartera miran hacia Jefatura de Gabinete. “Ibarra se sienta en la mesa y aporta su visión, pero la dirección de Diseño Organizacional pasó a depender de ellos, que son quienes van a apretar el botón al final”, explican.Quintana es quien está siguiendo de cerca estos cambios. De hecho, dos fuentes gubernamentales relataron la misma historia: su plan de reducción de cargos era más drástico y sus propios pares tuvieron que ponerle un freno.
La duda que impera en el Gobierno es si los cambios se van a dar de manera paulatina, sector por sector, o si implicará un anuncio formal con una presentación de lo que significa ese ajuste en números.
Ahí es donde ganan fuerza quienes sostienen que el anuncio se reserva para cuando avance el debate en el Congreso de las reformas que impulsa el Gobierno (tributaria, laboral y previsional), sumado al debate por el Presupuesto 2018 y la modificación a la Ley de Responsabilidad Fiscal que se están negociando con los gobernadores. A los mandatarios provinciales les están reclamando que bajen impuestos y que equilibren sus déficits. “Nosotros hacemos esto, ¿ustedes qué están dispuestos a hacer?”, es lo que reclaman los gobernadores.
De todas formas, en algunos lugares el achique ya empezó, como en Desarrollo Social, donde cambiaron la Subsecretaría de Herramientas para la Economía Social.
El otro punto donde están poniendo atención es en la flota de autos oficiales. Desde Modernización y Hacienda mandaron una nota a todos los ministerios exigiendo el cumplimiento de las normas que regulan el uso de esos móviles, como que sólo los pueden usar ministros y secretarios. Ya hay quienes por lo bajo se quejan de que hay favoritismos y algunos consiguieron excepciones.