En un acto de fuerte color político que tuvo por objetivo seducir a productores rurales y donde insistió en lograr "la nueva ruralidad", la presidenta Cristina Fernández anunció hoy un proyecto de ley para limitar la compra de tierras por parte de extranjeros.
"Será para cuidad la jurisdicción de la tierra, para que siga siendo de la Argentina", advirtió, para aclarar de inmediato que "de ningún modo tendrá un sesgo chauvinista o de xenofobia, porque simplemente vamos a tomar los ejemplos de otros países donde se respetan los derechos adquiridos, pero se defiende el patrimonio sin tantas vueltas".
La jefa del Estado habló así en el Luna Park durante el acto organizado por la Corriente Agropecuaria Nacional y Popular (CANPO) que impulsa el ministro del área, Julián Domínguez, y del que participaron varios gobernadores y el gabinete nacional casi en pleno.
"Queremos un campo para muchos", fue la síntesis de la idea que la mandataria expuso en su discurso frente a los técnicos, militantes y profesionales del agro de todas las provincias convocados por Domínguez.
Luego de insistir en la necesidad de aunar el agro con la industria para "lograr una nueva ruralidad del Bicentenario que cambie la del Centenario", eminentemente rural, Fernández de Kirchner reclamó al Congreso "que apruebe el proyecto que consagra los derechos del trabajador rural".
La Presidenta recordó que esta iniciativa fue elevada en el 2010 para que los trabajadores del campo "ejerzan su labor en condiciones dignas, con lo que tendrán además un compromiso mucho más grande con lo que hacen y generarán más producción".
Al detallar su idea de "nueva ruralidad", la presidenta habló de "un cambio estructural" en el sector que permita que los "pequeños y medianos productores puedan asociarse e introducir el cooperativismo como una de las armas mas formidables".
Gran parte de su mensaje lo dedicó la jefa del Estado al balance de las medidas adoptadas por el gobierno desde el 2003 y en este marco recordó el conflicto con el campo en el 2008 que definió como "uno de los momentos institucionales más difíciles de los que se tenga memoria en la vida democrática del país por los poderosos intereses concentrados que tuvimos que enfrentar".
"Jamás se había vivido lo que se vivió en el país; ese nivel de agresividad innecesaria", dijo, y advirtió que "cuando uno tiene razón no hace falta la agresividad, sólo hace falta levantar la voz para que otro pueda escucharlo", en obvia alusión a la dirigencia rural.
Previo al mensaje presidencial, el ministro de Agricultura resaltó efusivamente la política impulsada por Cristina Fernández desde la Casa de Gobierno y relató que algunas veces "me pellizco para ver si es verdad que estamos viviendo este momento histórico".
Domínguez finalizó su discurso con un llamado a la reelección presidencial al recordarle a la mandataria que "usted es imprescindible para nuestro pueblo y nuestra patria".
Fuente: DYN