El abogado del poeta Juan Gelman hizo una presentación en el Juzgado Federal Nª7, a cargo de Guillermo Montenegro, para requerir la elevación a juicio oral de altos oficiales de la dictadura militar por su actuación en el denominado Plan Cóndor.
La presentación tiene que ver con la causa de la desaparición de María Claudia García Irureta Goyena, nuera de Gelman.
El abogado Marcelo Buigo reveló a perfil.com que si la presentación prospera se llevará a juicio oral a Jorge Rafael Videla; al ex jefe del Ejército, Cristino Nicolaides; al ex ministro del Interior, Albano Harguindeguy ; al ex secretario de Planeamiento, Ramón Díaz Bessone; al ex segundo jefe del Primer Cuerpo del Ejército, Jorge Rovere; al ex Jefe del Tercer Cuerpo, Luciano Benjamín Menéndez y al ex gobernador de Tucumán, Antonio Bussi.
Buigo también promueve el juicio de los oficiales Carlos Tragant, Eugenio Guañabes Perelló, Santiago Omar Riveros, Juan Pablo Saá, Bernardo Menéndez, Eduardo Delío, Carlos Landoni, Antonio Vañek y Ernesto Alais.
El abogado considera “que hay suficientes elementos” para los máximos responsables de la última dictadura finalmente sean llevados a juicio oral por su responsabilidad en la desaparición de la nuera del poeta. Si finalmente el juez decide la elevación a juicio oral, el proceso se llevará a cabo a fin de año o a principios del año próximo.
La historia. Al momento de su desaparición, María Claudia tenía 19 años, y estaba embarazada de 7 meses. Se había casado con el hijo del poeta, Marcelo Gelman un mes antes.
El 24 de agosto de 1976 fue secuestrada junto a su marido por fuerzas de seguridad y llevada al centro de detención Automotores Orletti, que funcionaba como epicentro de las operaciones argentino-uruguayo del Plan Cóndor.
Allí fueron torturados y en octubre de 1976 Marcelo fue asesinado de un tiro en la nuca. María Claudia fue trasladada a Montevideo clandestinamente y recluida en la sede del Servicio de Información y Defensa del Ejército. Al momento del parto, fue llevada al Hospital Militar de las Fuerzas Armadas, donde dio a luz una niña, a la que pudo amamantar sólo por unos días. Luego se la sacaron.
Luego, la llevaron en un centro clandestino del Ejército conocido como Valparaíso. Allí la mataron. La niña quedó en manos de un comisario que la anotó como hija propia hasta que en el año 2000 el gobierno uruguayo dio detalles de su identidad.