Caravanas, acusaciones de clientelismo y sondeos parejos forman parte del escenario final del cierre de la campaña de Catamarca. Pese a ser una elección provincial en la que se elegirán gobernador y vice, diputados y senadores provinciales, intendentes y concejales, los comicios del domingo se convertirán en el primer desafío electoral del Gobierno nacional.
Sucede que los principales competidores llevan las banderas del radicalismo y del kirchnerismo. El gobernador Eduardo Brizuela del Moral, ex “radical K”, va por su tercer mandato por el Frente Cívico y Social. Del otro lado, por el Frente para la Victoria se encuentra la senadora nacional y ex vicegobernadora de Brizuela, Lucía Corpacci.
En el entorno del gobernador, a pesar de reconocer la proximidad del kirchnerismo en las encuestas, se muestran confiados. Uno de los argumentos con el que sostienen esa confianza es en la decisión de Cristina Kirchner de no viajar de nuevo a Catamarca para estar en el cierre de campaña, algo que anticipaban sus seguidores. “Habrá tenido información de que no le convenía”, insinuaron.
Por el lado kirchnerista, en tanto, también se muestran expectantes. El apoyo del gobierno nacional consiguió que la fórmula tuviera una suba considerable en las encuestas. Además, el FPV cerró un acuerdo con el PJ orgánico, que responde al sindicalista Luis Barrionuevo, enfrentado al Gobierno nacional, que logró imponer varios dirigentes propios en las listas de legisladores. El gastronómico, de todas formas, públicamente apoya la candidatura de su hermana, Liliana Barrrionuevo.