"Cati" Nosiglia, la hermana de "Coti" que negocia la toma del Pellegrini

No está nunca en primer plano, igual que su hermano. Pero está: Catalina "Cati" Nosiglia, es la Secretaria Académica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y ahora se encarga de negociar para terminar con la toma de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.

El conflicto en el Pellegrini se extiende, con interrupciones, desde el comienzo de este año lectivo: los profesores agremiados en AGD-UBA protestan por el método de designación de docentes y apoyan la toma que llevan adelante unos 400 estudiantes. Este grupo continúa (o intenta continuar) dando clases, mientras que los agrupados en UTE CTERA se niegan a hacerlo por considerar que "no están dadas las condiciones".

Nosiglia quedó como encargada de resolver el conflicto: hoy convocó a una reunión en el rectorado de la UBA a ambos gremios docentes y a los padres de los alumnos. Los estudiantes, mientras tanto, mantienen la toma e impiden el ingreso de autoridades al edificio de Marcelo T. de Alvear 1851, en el centro porteño.

Catalina es hermana del histórico dirigente radical Enrique "Coti" Nosiglia, que mantiene un rol fundamental en la UCR hace 30 años aunque rara vez aparece en público. Su sobrino, Juan Nosiglia, hijo de "Coti", es dirigente de la juventud radical. Fue asesora de la Secretaría de Educación de Alfonsín (entre 1983 y 1989) y trabajó como coordinadora en el Ministerio de Desarrollo Social de la Alianza (2001-2000). Por esa época, se dice, mantenía una muy buena relación con el jefe de Gabinete de De la Rúa, Chrystian Colombo.

En el ámbito académico, Nosiglia es profesora regular a cargo de la Cátedra de Política Educacional en la Facultad de Filosofía y Letras, e investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación. Ocupó varios cargos dentro de la UBA hasta septiembre de 2010, cuando fue designada como Secretaria Académica.

Su nombramiento generó inquietudes en sectores del estudiantado, por su paso por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), un ícono de la Ley Federal de Educación del menemismo. “Viene a profundizar la política de los ’90", dijo entonces el presidente de la FUBA, Itaí Hagman.

Catalina Nosiglia ya había estado al frente del problema de la toma del Pellegrini en abril, y criticó duramente al director del colegio, Jorge Fornasari, por su decisión de comprometerse a incorporar a los docentes interinos. “Se equivocó porque no puede firmar algo que va en contra del reglamento de la escuela", sostuvo entonces, según el diario Clarín. Y remató: “Es evidente que la gestión que designaron ya fracasó”.