La detención del titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, obligó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a suspender uno de sus anuncios para el sector: la presentación en sociedad, a través de una videoconferencia desde Miramar, del tren Talgo VI que unirá la Ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata.
El anuncio iba a llegar en la semana en que fue arrestado el líder de Unión Ferroviaria por el asesinato de Mariano Ferreyra. Esa detención provocó el martes un corte de la línea Roca por parte de los partidarios de Pedraza; en tanto el miércoles se repetían las protestas de trabajadores ferroviarios tercerizados en las mismas vías, al igual que las que apoyaba el joven militante del Partido Obrero cuando lo mataron en octubre del 2010.
La formación que iba a presentar Cristina comenzará a funcionar en Semana Santa y circulará por vías de Ferrobaires, la empresa bonaerense que quedó en el centro de la escena la semana pasada cuando una de sus formaciones embistió a un tren de la línea San Martín en San Miguel y provocó cuatro muertes y más de 100 heridos.
Ese accidente causó que Ferrobaires cancelara el miércoles por tercer día consecutivo el servicio de tren con destino a Mar del Plata, ya que los maquinistas acusaban a la empresa de no ofrecer condiciones mínimas de seguridad y se negaban a poner en marcha las formaciones.
"La verdad es que no era momento, con uno de los gremios ferroviarios en huelga y con Ferrobaires en plena crisis, como para inaugurar un tren", señaló al diario El Cronista un funcionario del Ministerio de Planificación Federal.
Importados desde España por cuenta de la Secretaría de Transporte, habrá dos formaciones nuevas que correrán una vez al día para unir Mar del Plata con Constitución. En total, se compraron seis formaciones por un total de 90 millones aunque la licitación dejó algunas dudas sobre su futuro mantenimiento.