La Plaza de Mayo desbordada y nuevamente al mando del oficialismo fue el escenario para que la presidenta Cristina Kirchner festejara “una década ganada”. Lejos de los “caceroleros” que habían llegado al mismo lugar un mes atrás y de las denuncias de corrupción, en esta “plaza del amor”, tal como la llamó la Presidenta, Fernández de Kirchner pidió por “una década más”.
“Esta es la plaza de la alegría, la plaza del amor. No venimos acá a insultar ni a agraviar, sino a festejar el día de la patria”, remarcó la Presidenta al iniciar su discurso en el 203º aniversario de la Revolución de Mayo. Junto a ella estuvieron los ministros, gobernadores peronistas, y artistas.
En el mismo escenario estaba su hijo Máximo Kirchner, mientras que la hija, Florencia, prefirió participar de la fiesta junto a sus compañeros de La Cámpora desde un rincón de la plaza. “Quiero convocar a todos los argentinos a esta gesta, que a esta década ganada le siga otra década más en la que los argentinos sigan ganando”, enfatizó, aunque descartó una vez más la re-reelección. “Yo no soy eterna, lo he dicho muchas veces, y tampoco lo quiero ser”, reiteró.
“Hablan del kirchnerismo y del fin del ciclo y yo me pregunto: ¿El cambio de un gobierno por otro es el fin de ciclo? ¿O se están refiriendo a que cuando yo me vaya se va a acabar todo lo de esta década ganada? Creo que hablan de eso”, sostuvo Cristina y por eso llamó a “empoderar al pueblo de estas reformas y estas conquistas para que ya nunca más puedan arrebatárselas”.
El próximo 22 de junio se cerrarán las listas para las elecciones internas en las que el kirchnerismo aún no tiene candidato para la provincia de Buenos Aires. Alicia Kirchner era una de las candidatas más firmes para encabezarla, hasta que la inundación de La Plata la hizo retroceder en las encuestas.
El Gobierno no dio en estos días señales de que la ministra de Desarrollo Social compita en la provincia. Incluso aún no figura en el padrón de la provincia de Buenos Aires, lo que habilitaría su candidatura en este territorio.
Junto a las banderas de La Cámpora, los distintivos de Kolina, la agrupación de Alicia, fueron los que más sobresalieron. También hubo insignias de sindicatos, intendentes del Conurbano bonaerense y banderas uruguayas que dejaron atrás las críticas de su presidente, José Mujica, a la mandataria argentina cuando la llamó “terca”.
Críticas. La Presidenta utilizó el escenario para cuestionar a los medios de comunicación y recordar su rol en el pasado. “Lean los diarios de 2001 previos al corralito. Vayan a leer si algunos meses antes a que se confiscaran los ahorros algún diario, algún medio, o algún economista les había anunciado a los argentinos que les iban a manotear la plata y no se la iban a devolver. Nadie les avisó nada y no era porque no sabían, sino porque tenían complicidad”, sostuvo Cristina.
Además recordó: “Y qué hablar del período más trágico de nuestra historia, que se inició el 24 de marzo de 1976. Miren lo que decían y hasta alguien tituló ‘tenemos nuevos gobiernos’”.
La Presidenta defendió la reforma judicial al asegurar que es necesaria para “democratizar al tercer gran poder del Estado”.
La ley que cambia la forma de elegir jueces enfrentará una semana clave a partir de mañana, cuando se promulgue y se presenten los primeros amparos de la oposición para frenarla.
La mandataria también habló de la inflación y rechazó a quienes “piensan que el salario es lo que provoca la inflación”, pero “los precios no los pone el Gobierno ni el pueblo, sino los empresarios y los monopolios”.En la plaza, Pablo y Martín vendían remeras con la inscripción de un pingüino y la leyenda: “Una década ganada” a $ 80 pesos.
“Acá no hay inflación”, le dijeron a PERFIL al asegurar que en diciembre, ante la movilización del Día de la Democracia, se vendían a $ 75. Un 6% de aumento en cinco meses, lo que representa un 16% anual, algo más que el 10% que reconoce el Gobierno.