Divide su tiempo entre Río Gallegos y El Calafate. Cada tanto recibe en el sur a dirigentes de La Cámpora, como Eduardo “Wado” de Pedro, Juan Cabandié, Axel Kicillof y Mariano Recalde. Y se cruza con frecuencia con su hombre de confianza, Carlos “Chino” Zannini. Cristina Kirchner todavía no da precisiones sobre su regreso al ruedo político, pero sí muestra señales de que se recostará –como lo hizo en los últimos cuatro años– en la agrupación de su hijo Máximo para sostener su imagen.
Un poco porque así lo quiere, otro poco obligada por las circunstancias. Desde que dejó la Casa Rosada, la ex presidenta perdió a hombres que le supieron ser leales y a otros que le reportaron porque ostentaba el poder.
“La lealtad no es un altar donde hay que inmolarse”, disparó esta semana Miguel Pichetto, quien fuera su jefe de bloque en el Senado y ahora toma distancia desde el mismo cargo. Pichetto tuvo un enfrentamiento con Máximo Kirchner y con La Cámpora, primero por los despidos en el Senado, luego por críticas que hizo al ex ministro de Economía Axel Kicillof.
Juan Manuel Abal Medina, ex jefe de Gabinete, trabaja en tándem con Pichetto y mantiene un espíritu dialoguista, que no gusta en lo más cerrado del kirchnerismo. El senador dijo, también esta semana, que el problema con los holdouts era una etapa que había “que cerrar”.
Ricardo Echegaray, su leal colaborador en la AFIP, a quien ella propuso para la Auditoría General de la Nación, también tomó distancia en las últimas semanas. Todavía le duele la ruptura que propició Diego Bossio, el ex titular de la Anses y uno de sus niños mimados. Muchos de ellos se abrieron disgustados por lo que consideraron un “maltrato” de la ex presidenta.
“Ella va a hacer política con los pibes, con Nuevo Encuentro (Martín Sabbatella) y el Movimiento Evita. Pero la clave está en si se encierra en el edificio ese que le prepararon, o sale a caminar la calle”, advirtió un ex funcionario en diálogo con PERFIL. CFK planifica lanzar una fundación que funcionará en Rodríguez Peña 80, donde tenía su centro de estudios el Frente Renovador de Sergio Massa. Por allí, como publicó este diario, entran y salen dirigentes de La Cámpora.
“Si sale a la calle ojo, puede que le vaya bien. Sobre todo, si el Gobierno no cumple con las expectativas”, precisó el mismo ex funcionario. Especulaciones hay de todo tipo, por ahora negadas por La Cámpora, que es lo más cercano a CFK. Que será candidata a senadora el año que viene, por la provincia de Buenos Aires, es uno de los que más se escucha.
Aunque aseguran que le habían preparado una oficina en la Casa de Gobierno de Santa Cruz, que ahora comanda su cuñada Alicia, Cristina sólo pisó el lugar una vez. Desde el sur comanda la estrategia del bloque del Frente para la Victoria que mantiene una postura inflexible con el Gobierno. En referencia al acuerdo con los holdouts, ordenó no dar quórum.