Tras casi dos semanas sin utilizar la cadena nacional, aunque con una presencia digna de una celebrity en las redes sociales, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció en cadena nacional el aumento del mínimo no imponible y de jubilaciones, y hasta pidió amor y hasta racionalidad en la apertura de las paritarias de este año.
"Hay gente que tiene tan poco y agradece. Y hay gente que tiene de todo y solo critica y descalifica", deslizó la mandataria, que prefirió no ahondar en quiénes son los destinatarios de su discurso.
Vivada por militantes que asisten al acto, y con un saludo especial para la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, la jefa de Estado pidió que no se coreen agresiones contra la oposición. "No, no, no", repitió Fernández de Kirchner. "No se preocupen, que el único que me tocaba ya no está", continuó. "Igual, está bueno tener a alguien cerca por si te quieren tocar", bromeó, ante los cánticos de la JP.
Con esa advertencia como antesala, la Presidenta anunció un aumento del 20 por ciento del mínimo no imponible, que será efectivo a partir del 1º de marzo.
"El mínimo no imponible para un soltero se elevará a $8.360 y para un trabajador casado con dos hijos $11.563", cuantificó la mandataria. Según indicó, "el 82,52 de los trabajadores en relacion de dependencia y monotributistas no va a tributar Ganancias". "Sólo el 17,48% de los trabajadores va a tributar este impuesto, que son los que tienen más altos ingresos", prosiguió.
A pesar de lo pedido por la CGT de Antonio Caló, el aumento del mínimo no imponible no superará el 20 por ciento. "El aumento será de un 20 por ciento y significará un sacrificio fiscal importante, de 8 mil millones de pesos que se dejarán de tributar", confirmó Fernández de Kirchner.
"El que cobre $8.400 va a pagar 3 pesos por mes", ejemplificó la Presidenta. "Tampoco le va alcanzar para tomar el subte, que va a estar en 3,50", ironizó.
Semanas atrás, la CGT oficialista había anunciado que pediría un aumento en paritarias del 25 por ciento, con la advertencia de que no fuera absorbido por una modificación en Ganancias. "El salario no es ganancia y que el trabajador no puede pagar para trabajar y por eso mantenemos nuestra postura de que el Impuesto a las Ganancias debe desaparecer porque es nocivo para el salario de todos los trabajadores", señaló Mario Caligari (UTA).
En esa misma línea, el secretario general de la CGT oficial, Hugo Moyano, había pedido que, antes de la discusión por paritarias, se resolviera la puja por Ganancias. "No tiene sentido negociar aumentos salariales si no hablamos primero de rebajar el mínimo no imponible de Ganancias", había argumentado el líder camionero, para quien es central dividir las paritarias en dos negociaciones por año. "Si la inflación sigue creciendo, indudablemente se deberán partir las paritarias para que el salario no pierda poder adquisitivo", argumentó.
Con días de retraso, la respuesta de la Rosada fue: "La inflación no es un hecho biológico. Es algo a lo que contribuyen todos los sectores".
"No puede ser que la discusión en paritarias sea solo sobre un 17% por el piso de Ganancias", continuó. "Hay que discutir en serio: rentabilidad y competitividad", retrucó Cristina, al tiempo que prometió mantenerse imparcial en la negociación con la central obrera.
"Vamos a seguir sosteniendo la libertad de paritarias entre empresarios y sindicatos", adelantó, aunque pidió "que la negociación sea racional". "Ni los empresarios apoderarse de una renta que no les corresponda. Ni los trabajadores reclamar de más, porque estarán perjudicando a sus compañeros", justificó.
Jubilaciones. Además de las modificaciones sobre el mínimo no imponible, el Gobierno nacional aumentó los aportes previsionales en poco más de un 15 por ciento. "El aumento de 1º de marzo será del 15,18%, que implica un incremento anual del 28,33%", indicó la jefa de Estado. "La jubilación mínima pasar de $1879.67 a $2165 y la pensión asistencial $1500 a $1730 pesos", prosiguió.
Mensaje a Córdoba. Con el mensaje, que duró poco más de una hora, llegó también una crítica al gobierno de José Manuel de la Sota. "Me quiero dirigir a la Justicia con respeto", comenzó la Presidenta. Yo le pido a los jueces de mi país y al Poder Judicial: hay que poner coto a esto de las cautelares", exhortó. "Cosas como estas entorpecen y pueden descalabrar a un país", añadió la mandataria.
"Hace pocos días tuvimos una medida cautelar en la provincia de Córdoba para no pagar un bono de la Anses de este Fondo de (sustentabilidad de) garantía", explicó. "Había que emitir un título de deuda y se recurrió a la Justicia", se quejó.
"Una cautelar o un vaso de agua, no te lo niega ningún juez de la Argentina si es para no pagar un título de deuda pública en Córdoba", fustigó.
Silencio selectivo. Si bien el discurso presidencial no ahorró detalles ni números para anunciar los aumentos, no hubo mención alguna a la tragedia de Brasil ni al controvertido acuerdo entre Argentina e Irán sobre la causa AMIA. Tampoco sobre su abuelazgo.
Lejos de opinar sobre aquellos temas, la Presidenta pidió "amor". Tras recordar a su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, la mandataria aseguró estar "desprovista de todas las ambiciones". "Qué más quiero que todos estemos bien, que mis hijos sean felices", comentó. "Argentina no empezó cuando yo llegué ni se va a terminar cuando yo me vaya", expresó Fernández de Kirchner.
