La alianza entre el sindicalismo y los movimientos sociales mostró ayer su poder de fuego callejero. Hubo mensajes fuertes contra el Gobierno y los empresarios, pero el tono más firme se sintió en los discursos de los líderes piqueteros. El reclamo central fue la aprobación de la ley de emergencia social, pero también se pidió un parate a los despidos.
Pasadas las 14.30, la columna principal de Barrios de Pie se acercaba al escenario montado frente al Congreso. “Vamos, vamos”, pedía Daniel Menéndez. Para él no había dudas: “Va a ser la más grande en mucho tiempo”. Desde el escenario el locutor pedía a la columna de la Uocra que avanzara: “Hay que dejar lugar al resto de los sindicatos”.
Detrás, los estatales de UPCN ocupaban más de dos cuadras. “No venimos a protestar”, aclaró a PERFIL su secretario general, Andrés Rodríguez, quien dos días antes había firmado un acuerdo por bonos de fin de año entre 2.000 y 3.500 pesos. “Venimos a pedir por la ley de emergencia social y por el fin de los despidos y las suspensiones”, amplió.
Antonio Caló, jefe de los metalúrgicos, venía acompañado de delegados con carteles que rezaban: “Queremos las netbooks argentinas”. Consultado sobre la convergencia con las agrupaciones piqueteras, evaluó: “Tenemos que juntarnos, porque si no mis afiliados van a terminar pidiendo trabajo, como hoy tienen que hacer ellos”.
Los principales aportes sindicales se completaban con la columna de Camioneros y otros gremios de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), encabezada por Pablo Moyano y Juan Pablo Brey (Aeronavegantes). Cerca de las 16, cuando aún seguían llegando columnas de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) desde Avenida de Mayo y de la CTEP desde Callao, comenzó el acto.
Reclamos. El secretario cegetista Carlos Acuña pidió al Gobierno que “revea la situación de la entrada de los productos extranjeros que está terminando con los puestos de trabajo”. Luego, Daniel Menéndez (Barrios de Pie) advirtió que los dirigentes “tienen paciencia” pero que los trabajadores “van a ganar las calles en diciembre” si se veta la ley. Una advertencia similar dejó Juan Carlos Alderete (CCC), quien dijo: “El movimiento obrero tiene mucha paciencia, pero también se nos puede agotar”. A su turno, Esteban Castro (CTEP) señaló que “el 40% de los trabajadores no tiene salario, por eso reclamamos el salario social complementario”.
El cierre quedó a cargo de Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que lidera la central sindical unificada. “Interpelamos a la clase política para que abandone las justificaciones, salga de atrás de los disfraces, que deje la excusa de la herencia recibida y trabaje por una Argentina nueva”, dijo el secretario de la CGT. También fustigó a la clase empresaria, a la que acusó de “no cooperar”.