POLITICA
Santa Fe

Cierre de Malhe, una crisis que afecta a Rosario y Rafaela

La empresa alemana clausuró sus operaciones en Rosario, cerrando su planta en esa ciudad y dejando 460 trabajadores en la calle.

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Cuando la autopartista alemana Malhe desembarcó en Rafaela el año pasado al comprar la prestigiosa fabricante de válvulas rafaelina Edival, una de sus principales competidoras, sus directivos ahuyentaron los rumores de cierre contratando unos 200 empleados para esta nueva etapa de una planta fabril que desde hace casi 80 años produce ininterrumpidamente en su planta de esa localidad. A pesar de las numerosas desmentidas oficiales, los rumores de cierre continúan, en especial luego de que la empresa alemana clausurara sus operaciones en Rosario, cerrando su planta en esa ciudad y dejando 460 trabajadores en la calle, que pasan su Día del Trabajo en una tensa espera por un inversor que auxilie a estas familias de obreros.

“Como una vez vino Malhe a Rafaela, se puede ir en cualquier momento”, relata el titular de la UOM a este portal, afirmando que toman “con pinzas” las promesas de la gerencia local que, a pesar del cierre sorpresivo de la planta rosarina, aseguran que la planta rafaelina continuará operando normalmente. Para los gremialistas, “esperamos que los titulares de la planta local de Malhe actúen honestamente y cumplan su promesa de no retirarse del negocio”, pero también saben que “sería muy diferente la situación si los dueños de la fábrica vivirían en la ciudad”, como sí sucede con su competidora Válvulas Tres B, propiedad del grupo empresario conducido por el ingeniero rafaelino José Luis Basso.

Sin embargo, la clausura de Malhe Rosario continúa haciendo eco en Rafaela, y los rumores de que los capitales alemanes podrían retirarse continúan sonando en los ambientes periodísticos y empresariales. Mientras tanto, los empleados de Malhe Rosario se encuentran realizando una vigilia frente a la planta al aguardo de soluciones prometidas por la administración Binner en primer lugar, que rápidamente se ocupó de contener la situación y busca un auxilio, aunque el titular del Ejecutivo admitió que “la Provincia puede actuar, pero no fabricar aros”, en referencia a los 6 millones de aros de pistón que se encuentran detenidos en la planta de Malhe Rosario, un triste recordatorio de una retirada que fue, sin dudas, sorpresiva y devastadora, ya que, según el relato de los obreros, los responsables de la planta se habrían llevado consigo la información técnica sobre los proccesos industriales, es decir, el capital intelectual y, en definitiva, el “alma de la planta”.

Esto fue testimoniado por el senador socialista Rubén Giustinianni, que ayer por la tarde visitó la vigilia que realizan los trabajadores y dialogó con los empleados de Malhe Rosario, quienes explicaron que la salida de los empresarios fue tan rápida y sorpresiva que dejaron inclusive embarcos de productos terminados sin despachar. Y como en Rosario la campaña política también está a la orden del día, a la visita programada de Giustinianni se le sumó la de su competidor en las próximas legislativas, el ultrakirchnerista Agustín Rossi, que llegó a la planta de Rosario sin anunciarse y a la misma hora que el socialista, con el fin de imitar a su par y dialogar con los obreros que viven la tensa calma de la espera de definiciones.

(*) Especial para Perfil.com

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