En medio de un clima cada vez más tenso, el vicepresidente de la Nación abandonó a las 23,40 su sillón de la presidencia de la Cámara Alta y regresó casi media hora después. Esa circunstancia, que puede haber sido normal en otro momento, no hizo más que robustecer las versiones sobre un posible empate en la votación por la resolución 125, que lo pondría como árbitro del éxito o el fracaso del gobierno kirchnerista.
¿No quiso que lo vean usando el celular? ¿Habló con la Presidenta o el propio Néstor Kirchner? El Senado es un volcán en el que la victoria que se daba como segura del gobierno, hace apenas 60 minutos, ahora aparece como una moneda en el aire.
¿Tentarán a Rached con una oferta que no pueda rechazar? El debate paraliza al país y obliga a contener la respiración.